José Ángel Valente nació en Orense un 25 de abril de 1929 y falleció en Ginebra el 18 de julio de 2000. Este ilustre personaje, fue poeta, ensayista, traductor e intelectual español que vivió en su ciudad natal los primeros años de su vida. Inició su andadura poética en Galicia, primero en Orense y luego en Santiago de Compostela, donde comenzó los estudios de Derecho. Desde esta última ciudad se trasladó a Madrid y allí vivió intensamente la vida literaria y se licenció en Filología Románica.

En 1955 se traslada a la Universidad de Oxford y desde 1958 fue funcionario de la ONU en Ginebra donde forjó una gran amistad con la filósofa María Zambrano, con ella colaboró durante un largo periodo de su vida. A partir de 1982 vivió en París siendo funcionario de la UNESCO.

Será entre 1984/85 cuando se establece en Almería, ciudad recomendada por el también escritor y amigo Juan Goytisolo. El buscaba vivir en una ciudad con mucha luz, una ciudad mediterránea, tranquila y sin bullicios. Su amigo Goytisolo como conocía Almería, sabia que la ciudad lo enamoraría y donde el encontraría la casa que el deseaba para vivir. Según las propias palabras de Valente: “No se sabe bien quién eligió a quién, si yo elegí la casa o la casa me eligió a mi”. Ya instalado, su estancia la alternaba con las ciudades de Ginebra y París. En 1989 recibe la noticia de la muerte de su hijo Antonio en trágicas circunstancias en su casa de Almería, el dolor por la desaparición del hijo da lugar a una salud quebradiza, pero sus amigos le ayudaron a sobrellevar esta tragedia.

Entrada a la casa

Cuando llegó a Almería fue muy bien acogido y a lo largo de sus 15 años que estuvo en nuestra ciudad, Valente siguió escribiendo, publicando y trabajando hasta el mismo año de su muerte acaecida en el 2000. Desde el primer momento participa activamente en la vida de la ciudad apoyando, colaborando e implicándose en todos los proyectos relacionados con el patrimonio Histórico-Artístico, Urbanismo, la Cultura, las Playas Vírgenes, el Paisaje Terrestre o los barrios con identidad propia. Ejemplo de ello es su participación en el Convento de las Puras, La Catedral, La Alcazaba, La Chanca, el Cabo de Gata o el Desierto de Tabernas. Tal era su implicación con el Barrio de la Chanca que en 1996 es nombrado Socio de Honor de La Traíña, Asociación de Vecinos de La Chanca.

La vivienda y el poeta La vivienda como era muy antigua y no estaba en buenas condiciones, fue restaurada por el que se convirtió en su gran amigo Ramón de Torres. Es una casa burguesa de 1868 cuyo primer propietario fue el beneficiario de la Catedral, D. Juan Navarro Ojeda. La Casa está situada en una calle estrecha de herencia musulmana (desde hace años calle José Ángel Valente), junto al Convento de las Puras y junto a la Plaza Campoamor, donde está el bajorrelieve de San Valentín de Jesús de Perceval y el antiguo Palacio de los Marqueses de Cabra, hoy sede del archivo municipal “Adela Alcocer”. La vivienda cercana a la Plaza de la Catedral, está en pleno corazón del casco histórico.

Arco interior

Toda la casa está estructurada en una gran espina dorsal: unas escaleras interiores de caracol que van desde el sótano hasta la terraza, lugar preferido por el poeta para pasar ratos distendidos con sus amigos. Consta de tres plantas: el sótano, donde está el aljibe de la Casa, y que Valente convirtió en un lugar idóneo para la lectura, adaptando el lugar en una biblioteca.

La entrada a las dependencias de la Casa, se realiza tras salvar unos escalones, un zaguán y una puerta rematada con un rosetón de colores. En la planta baja hay dos estancias a destacar : el recibidor con sillones y sillas de mimbre y cojines y enfrente estaría la estancia comedor, que posee un gran mueble de madera que al parecer sería del primer propietario y va de pared a pared y donde se puede identificar en su decoración las iniciales de JNO (Juan Navarro Ojeda), allí se encuentra la vajilla propiedad del poeta. El mueble de madera tiene una puerta en uno de sus extremos que servía de unión del comedor y la cocina.

La fachada está estructurada en una puerta y dos ventanas en la planta baja y en la primera planta se observan unos vistosos balcones con artísticas rejerías. Desde dichos miradores, se puede vislumbrar La Alcazaba. Para subir a la primera planta existe una monumental escalera de madera que da paso a las habitaciones de la casa y a una estancia de gran importancia para el ensayista y poeta que está intacta: su despacho, donde allí pasó largas horas.

Ventanal con dos sillas y mesita

La Casas como la mayoría de las Casas burguesas, tienen un gran patio de luces a través de ventanales en su parte superior y ésta nos traslada desde la sombría oscuridad del sótano hasta la luz de la planta superior, “esa luz celeste que tanto anhelaba”. Es de mediados del siglo XIX y en ella resalta el eclecticismo historicista.

“La Casa del Poeta” es un museo dedicado a la creación, a la palabra, y a un poeta. En ella se combina arquitectura y poesía, teniendo en cuenta, que el significado de la poesía de José Ángel Valente es la búsqueda de la luz desde las tinieblas. La casa aunque fue restaurada para albergar su memoria , tiene también un significado arquitectónico y estético “La ascensión desde la cripta hasta la azotea” El proyecto de rehabilitación para convertir la Casa en Museo se debe al arquitecto Ramón de Torres, gran amigo de Valente desde su llegada a Almería. La Musealización de Miguel Haro, ha seguido los conceptos “abstractos y complicados” de la poesía y escritos de Valente , llamando poderosamente la atención el “peculiar y grandilocuente “pájaro blanco con alas” que se ve magníficamente al subir la primera planta. Cuando se visita la Casa del Poeta su presencia queda plasmada en el aire y te transmite una experiencia única, que invade nuestro interior, nos relaja y nos invita a meditar toda su vida y universo creativo.

La Casa del Poeta se puede visitar en su franja horaria establecida y durante días puntuales como es este puente que se acerca, del Pilar, en la que estará abierta los días 11 y 12 de octubre mañana y tarde. El acceso es gratuito y forma parte de la Red de Espacios Museísticos del Ayuntamiento de Almería.