Roquetas de mar

Las Colinas, el nuevo paraíso para los asaltadores de casas

  • La asociación de vecinos afirma "no aguantar la situación" En la primera quincena se han triplicado los hurtos Abundan zonas oscuras

La ola de robos que está sacudiendo al barrio de Las Colinas en Aguadulce ha provocado que la asociación de vecinos de dicho lugar haya elevado la voz para que se haga conocer la difícil situación que están atravesando. La campaña estuvo liderada por el presidente, Juan Carlos Oyanarte, y trataba de dar una serie de consejos a los habitantes de las Colinas, así como transmitir las correspondientes quejas al alcalde de Roquetas de Mar y a los cuerpos de seguridad del municipio.

Durante la primera quincena de julio, se han triplicado los allanamientos en garajes, jardines y terrazas, acompañados de pequeños hurtos provocando que los vecinos vivan con miedo durante las noches de verano. La vigilancia es mínima, de hecho la asistencia de patrullas por las calles de las Colinas es escasa, "antes venía la Policía o la Guardia Civil más a menudo, ahora vemos a las parejas una vez por la tarde", aseguraba David Bajo, vecino y miembro de la asociación. Además, a ésto hay que sumar la notable disminución de controles de alcoholemia en una de las rotondas que da acceso al barrio, "cuando la Guardia Civil hacía controles de forma constante, los robos eran escasos, los ladrones no solían frecuentar esta zona. Ahora parece que tienen vía libre y estamos llegando a una situación que no se puede soportar", criticó Bajo.

Los robos realizados han sido tanto en casas como en pisos, pequeños hurtos de varios minutos que se centran, sobre todo, en la adquisición de móviles, ordenadores, carteras o tablets. "Los ladrones tienen que vivir cerca de la zona para saber perfectamente cuándo tienen que robar, ya que lo hacen en el momento que no hay nadie dentro de la casa", intuyó Juan Carlos Oyanarte. Una zona tranquila, con unos 180.000 habitantes aproximadamente, es un gran atractivo para los delincuentes si añadimos que la seguridad ha disminuido en verano porque, según los vecinos, la Policía centra su trabajo en "controlar el botellón, fiestas y tratar de evitar la venta ambulante". Una queja unánime de los vecinos que no entienden como "se pueden pagar 36.000.000 euros en sueldos desde el Ayuntamiento y que la Policía Local esté bajo mínimos".

La primera medida a realizar por la asociación será participar en la Junta de Seguridad del Ayuntamiento, donde asiste el Alcalde y los representantes de todas las fuerzas de seguridad para acordar la colaboración vecinal y coordinación con ellos a cambio de un estudio de las necesidades específicas de la zona.

"Nos encontramos con un barrio abandonado, hay calles sin alumbrar que facilitan el trabajo a los ladrones y personalmente no me atrevo a pasar por las noches por esas zonas", afirmó Elena García. Las Colinas se encuentra en una situación crítica, calles sin acabar, acantilados al alcance de cualquier niño, escasos contenedores de basura y, lo peor de todo, poca seguridad. Una zona olvidada que debe ser rescatada.

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