Los vecinos del norte de la provincia vuelven a presenciar cómo sus políticos se enfrentan a cuenta del servicio de extinción de incendios. La última amenazada llegaba el pasado 30 de septiembre, cuando el nuevo alcalde de Albox, Francisco Torrecillas, anunciaba en pleno, que el 1 de enero de 2017 dejarán de prestar servicio. Y es que en los más de 30 años de historia que suma el Parque de Bomberos de Albox, han visto cómo ha sido imposible mancomunar su gestión.

Si en sus inicios el entonces alcalde, Francisco Pérez Conchillo, apostó por gestionarlo de forma municipal, con el paso de los años, el aumento de plantilla y sus necesidades en cuanto a equipos y materiales que han quedado obsoletos, sus compañeros socialistas, José García, Rogelio Mena y ahora Francisco Torrecillas, reclaman que este servicio se financie de manera compartida con todos los municipios del Almanzora y Los Vélez a los que presta servicio.

Las cifras, según los datos aportados por el primer edil abojense, son 440.000 euros anuales de los que la Diputación solo aporta 150.000 euros, a pesar de que en los municipios menores de 20.000 habitantes, es la institución provincial la que debe financiar el servicio.

Torrecillas es tajante en su postura, incluso ha llegado a asegurar que si quieren "les cedo las instalaciones por 1.000 años", e insiste en esa fecha, principios de 2017, cuando apenas faltan tres meses.

El anuncio ha hecho que se vuelva a reabrir el debate. Ya en 2012, con Rogelio Mena como alcalde, se vivió una situación parecida. En aquel momento se llegó incluso a firmar el convenio para la creación del Consorcio de Bomberos del Almanzora, integrado por 16 municipios y la Diputación de Almería, curiosamente, sin la rúbrica de los ayuntamiento socialistas, entre ellos el propio Ayuntamiento de Albox, porque querían que el Consorcio absorbiera el Parque y los trabajadores de Albox, a modo de reten, y aumentara la aportación de la institución provincial.

El convenio fundacional del Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento del Valle del Almanzora', con la que se formalizó además la redacción del proyecto definitivo de los Estatutos del mismo, establecía que la sede del Parque de Bomberos del Almanzora estaría ubicada en Olula del Río, cuyos terrenos habían sido ya adquiridos por el Ayuntamiento para la construcción del nuevo edificio.

Desde entonces hasta ahora, poco o nada se ha avanzado en el tema, y la noticia ha cogido por sorpresa incluso a los propios trabajadores del Parque de Bomberos que temen por su futuro.

El Presidente de la Mancomunidad de Municipios del Almanzora, Antonio Ramón Salas, se muestra sorprendido por los modos de Torrecillas, "habrá que ver hasta donde esto es posible, teniendo en cuenta que este alcalde no sabemos si ha sido elegido presuntamente conforme a ley, pero en todo caso será Diputación quien se haga cargo del servicio. Nosotros hace años que aprobamos la construcción del nuevo Parque en Olula del Río. Hicimos varias propuestas en su momento y a todas ellas se negó el entonces alcalde, Rogelio Mena, nada le venía bien, y mira donde estamos. Yo sigo apostando por el Consorcio de Bomberos que se hizo en su momento y Albox si quiere tener su parque lo tenga y si quiere integrarse con todos lo haga. Esa fue nuestra propuesta y ahora será el momento de retomarlo".

Del mismo modo se pronuncia el alcalde de Macael, Raúl Martínez, "si el alcalde de Albox quiere dejar de prestar el servicio a la comarca está en su derecho, nosotros también nos pondremos a trabajar para garantizar el servicio a los vecinos, no es tan complicado. Yo apuesto por retomar el Parque de Bomberos en Olula del Río, centro de la comarca y el consorcio en el que participe también la Diputación".

Todos coinciden en la importancia de la institución provincial en el futuro del servicio. "Yo estoy convencido de que la Diputación garantizará el servicio a nuestros pueblos, no me preocupa" asegura el alcalde de Fines, Rodrigo Sánchez.

El Parque de Albox cuenta actualmente con una plantilla de 11 trabajadores, solo seis acreditados como bomberos, equipos obsoletos y un camión en servicio, con más de 30 años de antigüedad.