Agreden a un guardia civil en Roquetas durante la detención tras un aviso por violencia de género

La intervención comenzó la tarde del 11 de noviembre, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana acudió a la Avenida de las Gaviotas, en Roquetas de Mar, tras un aviso por un posible caso de violencia de género. Eran las 18:45 horas cuando los agentes escucharon “gritos y llantos” desde el exterior de la vivienda antes siquiera de llamar a la puerta.

Al abrir, encontraron a un varón que presentaba “claros síntomas de haber ingerido bebidas alcohólicas” y, al fondo, a una mujer llorando, con “el pómulo hinchado” y el “cabello todo alborotado”. La escena reflejaba un episodio violento inmediato: sangre en el suelo, botellas rotas y desorden general.

La mujer relató a la patrulla que su pareja le había golpeado y tirado del pelo, episodios que afirmó haber sufrido “varias veces”. Además señaló que había sido amenazada con un cuchillo grande. Preguntada por el arma, indicó que estaba escondida debajo del colchón. Allí fue hallada y posteriormente intervenida, según deja constancia el atestado.

La víctima fue trasladada por la Policía Local al centro de salud para una exploración médica. También fue consultada sobre la presentación de denuncia, una cuestión clave en este tipo de intervenciones. Manifestó que “no tiene mucho miedo” y que no deseaba iniciar un procedimiento penal, aunque la actuación policial se mantuvo por la naturaleza de los hechos apreciados en el lugar.

Mientras tanto, el detenido —identificado como M. C., de 38 años— fue conducido a dependencias policiales. Allí, ya en calabozos, su conducta se tornó agresiva. Comenzó a autolesionarse, lo que obligó a los agentes a intervenir para evitar daños mayores. En ese momento, según el relato oficial, se abalanzó contra uno de los guardias civiles, agarrándole con fuerza la muñeca en un gesto que le provocó lesiones posteriormente evaluadas por personal sanitario.

El caso pasó a disposición judicial al día siguiente. El 12 de noviembre se celebró un juicio rápido, en el que el juzgado condenó a M. C. como autor de un delito de atentado a agente de la autoridad y de un delito leve de lesiones. La sentencia, consultada por este periódico, impone cuatro meses de prisión —pena suspendida durante el periodo legal—, una multa de 20 días y el pago de 1.300 euros de indemnización al guardia civil lesionado, además de las costas del proceso.

La resolución confirma únicamente las agresiones sufridas por el agente, ya que la víctima del episodio de violencia de género declinó denunciar y el procedimiento no avanzó por esa vía.