El clima político en Huércal de Almería parece ir al mismo ritmo de intensidad que marcan los termómetros de sus calles. Los ánimos están cada vez más caldeados. La chispa de este fuego político ha sido la decisión de privatizar la limpieza de los colegios. Miembros del Consejo local de Izquierda Unida (partido que gobierna en Huércal en coalición con Vecinos de Huércal de Almería, VHA) denunciaron ante este periódico esta decisión que fue secundada por la dirección provincial del partido.

El alcalde huercalense, Juan Ibáñez, y sus concejales afines lejos de amedrentarse, ratifican su decisión y cargan contra sus compañeros de filas, María Jesús Amate y María Dolores Aguilar, "que lejos de debatir en asamblea por temor a no tener argumentos válidos para defender sus posiciones han preferido ir a la prensa y así nadie podría rebatirles".

El motivo de esta privatización es puramente económico porque "dado los tiempos que corren los ayuntamientos y en especial éste necesitan aplicar una política económica muy restrictiva". Aseveran que con un servicio de limpieza gestionado una empresa especializada las arcas municipales se ahorrarían unos 100.000 euros al año (actualmente cuesta 300.000 euros).

El equipo de gobierno asegura que "no tiene especial interés en privatizar servicios y entendemos y compartimos las directrices de Izquierda Unida de gestión pública, pero es muy complicado explicarle a los ciudadanos que el servicios les cuesta 100.000 euros más al año porque nuestro partido es contrario a las privatizaciones".

El alcalde y sus concejales echan un pulso a su partido al que le recrimina que en su día dio el visto bueno la privatización de la limpieza de polígonos industriales a la empresa Ferroser, la recogida de residuos sólidos urbanos, la guardería municipal. "Compañeros de Izquierda Unida os pedimos que seáis claros y valientes, que deis la cara y que los planteamientos sobre cualquier cuestión política se traten en el seno del partido", espetan.

El equipo de gobierno aprovecha la ocasión para recordar a la coordinadora local, María Jesús Amate, que rechazó la oportunidad de "trabajar por nuestro pueblo" cuando se produjo la dimisión del primer teniente alcalde. "También el concejal y diputado Antonio Romero rechazó la obligación de acceder a la Alcaldía cuando Maribel dimitió y que seguramente debisteis pensar que era mucho marrón para vosotros, mejor que se lo coma otro y efectivamente se lo ha comido", añaden.

El alcalde Juan Ibáñez manifiesta que ha hecho frente a situaciones muy duras, "he tenido que tomar decisiones muy difíciles e impopulares, he tenido que enfrentarme a mucha gente y dejar amigos en el camino, pero la deuda municipal se ha reducido a la mitad y lejos de encontrar una palabra de ánimo de nuestros compañeros de partido recibimos estos tratos".

Las acusaciones se tornan más duras y el cisma se agudiza dentro del partido. Para muestra un botón. "De haber sido más valientes en ese momento podíais estar gobernando el municipio y con posibilidades de aplicar vuestra romántica política, trasnochada, pero romántica".

En declaraciones a Diario de Almería el alcalde y su grupo de concejales aseguraron que "nos habría gustado que cualquier desacuerdo en esta materia debería haberse tratado en el seno de la organización sin necesidad de acudir a los medios de comunicación".

El equipo de gobierno considera que la intención de privatizar la limpieza de los centros educativos "no es una decisión unilateral del alcalde, sino que es algo debatido y aprobado por todos los concejales del grupo municipal y sometido a acuerdo plenario el 23 de abril de 2010".

Por último, apostillan que están a disposición de la Asamblea Local y de la dirección provincial de Izquierda Unida para "cuantas cuestiones deseéis plantearnos".