La delegada de Obras Públicas y Transportes, Alejandra Rueda, ha visitado las actuaciones que la Junta de Andalucía está realizando en la carretera A-1178, de Serón a Gérgal. En concreto, las destinadas a estabilizar los taludes y reparar un muro de escollera entre Serón y las Menas, que cuentan con una inversión de 412.000 euros. El Plan de Conservación incluye para la zona dos proyectos que la Delegación de Obras Públicas está ejecutando actualmente: la instalación de malla metálica para proteger la carretera contra desprendimientos de tierra y piedras, adjudicado a la empresa Ginesta por 200.000 euros, y la estabilización de laderas deslizantes, contratada con Ajumi por 205.000 euros, a los que se suman 7.000 para expropiaciones y control de calidad.

En los puntos kilométricos 7.2 y 10 de esta carretera el terreno es inestable por la presencia de filitas degradadas. Con las filtraciones de agua se forma un barro muy resbaladizo que hace perder apoyo al conglomerado calizo situada encima. Para corregir los deslizamientos se excava con medios mecánicos, descargando la masa y logrando taludes más tendidos. En el primer punto se ha borrado parte del camino alto de la Jordana, arrastrado hasta la carretera. Se ejecuta una berma de resguardo de 3 metros a pie del desmonte, revestida de hormigón y con cuneta triangular de 1.2 por 0.5 m. y 150 de longitud, que desagua en obra de fábrica próxima. En la parte superior se sitúa una banqueta de guarda similar a la berma, con cuneta para proteger el camino de la Jordana y la parte superior del talud. También se ejecuta un muro de escollera con 130 metros de longitud, 3 de ancho en base, 2 en coronación y 4 de altura total, dejando al menos 1'5 empotrado en el terreno.

En el zig-zag del Manzano, el terreno presionó un extremo de la escollera existente desplazando el muro y haciendo caer algunas de sus piedras de menor tamaño. Hay que demoler unos 50 metros de escollera desplazada, para reconstruirla y prolongarla otros 15 metros, con 6.5 de altura total, 6 de ancho en base y 2.5 en coronación. Para terminar se repone la parte afectada de firme, señalización horizontal y cunetas para drenaje longitudinal. Entre las trincheras del Olivar y el Cántaro Alto hay pequeños desprendimientos de tierra y piedras en más de 20 taludes meteorizados, es decir, degradados por el clima de montaña. Aunque el personal de Conservación vigila y limpia la calzada, se ha proyectado una intervención preventiva con tres tipos de red metálica: 17.280 metros cuadrados de malla hexagonal colgada, con alambre galvanizado de triple torsión y diámetro 2.7 milímetros, 5.512 metros cuadrados de malla de triple torsión, reforzada con anclajes y cable (perimetral y diagonal) de 12 mm y 30 metros cuadrados de red con cable de acero de 8 mm., anclada con bulones.

Tras sanear y limpiar el talud y su cabecera de plantas y piedras inestables, se fija la malla colgante con barras de acero corrugado de 16 a 20 mm. de diámetro y 0'6 a 1 metro de longitud, clavadas cada 2 metros, entre 1'5 y 3 del borde.