La reserva zoológica del Oasys Minihollywood fue inaugurada en junio de 1997 como un apéndice más del ocio familiar que los visitantes pueden encontrar en este parque temático del lejano oeste que se ha convertido en el principal referente turístico de la provincia con más de 200.000 visitas al año. Pero lo que comenzó como un valor añadido que complementaba su oferta se ha convertido con el paso de los años, nada menos que un cuarto de siglo, en un ‘oasis’ para la salvación animal y supervivencia de la biodiversidad a través de programas de conservación para más de un centenar de especies en peligro de extinción.

Oasys Minihollywood pertenece desde sus inicios a la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios cuyo objetivo es que los zoológicos sean centros de recuperación y educación ambiental y desde 2008 ha venido experimentando su madurez y consolidación como reserva zoológica con la incorporación a la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) haciendo posible el nacimiento y protección de animales de gran valor. En el punto kilométrico 464 de la Nacional 340 en pleno desierto de Tabernas, es un entorno ideal para el asentamiento de fauna típicamente de la zona subsahariana así como del suroeste del continente africano en grave peligro de desaparición y algunas ya extintas en la naturaleza como las gacelas de Cuvier, Dorcas y Dama Mohor.

La reserva alberga a más de 850 animales, en su mayoría de la colección africana, que suman 200 especies de las que una quincena corresponden a antílopes y jirafas cuya conservación y cría en cautividad es crucial para su supervivencia. Así lo han reconocido precisamente estos días los coordinadores de los programas internacionales que se han desplazado a Almería para participar en un encuentro organizado por Oasys Minihollywood y los investigadores Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC con los que viene colaborando el parque temático desde principios de siglo.

Ejemplares de rinocerontes blancos entre los más de 850 animales de la reserva

Los representantes de los proyectos europeos han valorado la evolución de la colección africana de referencia de la reserva como una de las más importantes de España casi a la altura de zoológicos que suman millones de visitas como los de Madrid y Barcelona. Una contribución a la protección y conservación de especies amenazadas entre las que destaca, por ejemplo, el asno salvaje somalí del que existen menos de 200 ejemplares en libertad repartidos en pequeñas áreas de Eritrea y Etiopía. Prácticamente se ha extinguido en el Cuerno de África, pero en Tabernas hicieron posible el nacimiento de un nuevo asno a través del Programa Europeo de cría en cautividad.

Galopa junto a su madre en semilibertad por la ‘sabana’ almeriense arropado por una vegetación de más de cuatro mil árboles. El ecosistema mayoritario en la reserva es el de Namibia, una región afrotropical con características climáticas y geológicas similares a las del desierto de Tabernas. Visitar este enclave del parque temático es lo más parecido a dar un paseo por el parque nacional de Etosha. Guepardo, rinoceronte blanco, gacelas, la grulla damisela, ibis eremita, cocodrilo enano, búfalo cafre, avestruz de cuello rojo, hiena manchada, jaribú africano, ave martillo, guepardo, marabú o lemur de cola anillada, entre otras especies, se reparten por tres hábitats diseñados para su protección: Sabana, Okavango y Oasys.

El parque temático cuenta con tres veterinarios y un biólogo que se han venido implicado activamente, en colaboración con instituciones de media Europa, en un centenar de programas de cría en cautividad para garantizar la conservación de especies amenazadas que en el futuro podrán ser reintroducidos en su medio libre. Es uno de los pilares de su trabajo, al igual que la investigación y educación ambiental. En ocasiones se han llegado a desplazar a los países de origen dentro de los proyectos como hicieron en Nepal o para la reintroducción de gacelas en Senegal.

La reserva zoológica cuenta con tres veterinarios y un biólogo en un entorno adaptado al ecosistema afrotropical de Namibia

“Todos los animales salvajes que hemos recibido desde 2008 han sido mediante programas de conservación, los intercambiamos con otras entidades en base a los programas de cría, esto no es una casa de fieras que se compran para su exhibición”, argumenta el director del Oasys Minihollywood y jefe de los veterinarios, José María Rodríguez. El hermanamiento con más de 300 zoológicos e instituciones de 35 países de la EAZA ha permitido que sus zebras viajen a Holanda o que desplacen a una rinoceronta desde Francia para favorecer su reproducción como ya hicieron con otro ejemplar de 2.500 kilos de peso hace más de una década cuando se trasladó a un zoo de Reino Unido. 

Formar parte de una de las asociaciones de defensa y protección de animales salvajes más prestigiosa del mundo ha contribuido a consolidar un catálogo africano de primer nivel. Fuera de esa colección cuentan con otras especies como los ejemplares de osos o un número importante de las más de 50 que se conservan en el reptilario. Este edificio cuenta con climatización propia por la energía solar y entre sus protagonistas destaca una anaconda desde hace más de 22 años. Cada ecosistema requiere una temperatura específica, lo que pone de manifiesto el exhaustivo trabajo de sus cuidadores.

En la pandemia tuvieron que activar un retén de 17 personas atendiendo a los animales de forma permanente. También cuentan con una cueva de murciélagos y un hotel para insectos que abrieron hace un par de años en colaboración con el equipo de Jardinería Central de Senator Hotels & Resorts. Sin olvidar tampoco el jardín de cactus, uno de los más completos de la península, la treintena de caballos ligados a la actividad del poblado western, el show de papagayos tres veces al día o la sala de inmersión 360 grados bajo el título 'Un día en la sabana' con un recorrido virtual a través de los animales en su hábitat natural. 

Una colaboración de más de 20 años con el CSIC

En abril se ha renovado el acuerdo de colaboración por cuatro años con la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC. El proyecto se inició en 2001 con el traslado a la reserva zoológica de cuatro gacelas dorcas y otras cuatro de cuvier. Actualmente el parque ya aloja un grupo de cría de gacela dama, grupos de machos de dama y dorcas, dos machos de cuvier y aruís. Son cuatro especies amenazadas. El objetivo es la óptima conservación de los animales al encontrar en el desierto de Tabernas el espacio, alimento y cuidados sanitarios necesarios para su supervivencia.

Visita al Oasys Minihollywood de los coordinadores europeos de los programas de conservación de jirafas y antílopes

Investigación y formación con las universidades

La reserva zoológica favorece la formación de estudiantes a través de másteres de posgrado con las universidades de Almería y Murcia. Muchos aspectos de la biología de los animales salvajes no se pueden estudiar en su hábitat natural, principalmente las especies con población en declive, por lo que instalaciones como la de Tabernas son imprescindibles para el desarrollo de proyectos de investigación. Desde el año 2011 se realiza un trabajo conjunto del departamento de investigación del Oasys y la Universidad de Murcia en virtud del convenio de asesoría e I+D. Proyectos para mejorar los conocimientos existentes respecto al comportamiento, ecología, sanidad, reproducción o conservación de las especies. Con el Centro de Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (CECOUAL) se participó conjuntamente en un proyecto  para la conservación de la lechuza común (Tyto alba) que se encuentra protegida a nivel nacional. 

Apuesta por la sostenibilidad ambiental

Es otro de los ejes sobre los que se fundamenta el éxito de una de las joyas del turismo en Almería. El parque temático ubicado en el desierto de Tabernas se enfrenta desde sus orígenes hace ya casi medio siglo al gran desafío del abastecimiento hídrico, pero más aún desde que cuenta con más de 850 especies de animales en una reserva de referencia. El agua llega mediante cubas, es una proporción mínima la que se recibe de la conducción local del municipio de Tabernas, por lo que la inversión es elevada y hace aún más necesaria los procesos de reutilización. De hecho, es uno de los principales capítulos de gasto junto a las nóminas del personal y la alimentación de animales.

El ciclo integral del agua se cubre a la perfección en el desierto, una apuesta por la sostenibilidad y también por la supervivencia de unas instalaciones con más de 4.000 árboles. También se está trabajando en reducir el consumo energético y el reptilario dispone de climatización procedente de los paneles solares instalados en su cubierta. Una evolución permanente de la reserva zoológica que se ha convertido en un oasis, como los que se encuentra en desiertos arenosos de África y Asia, para la salvación animal.