E l otoño ha irrumpido, al fin, en la provincia con una moderada bajada de temperaturas. Para los más despistados, el temporal de lluvia y viento que mantiene en alerta naranja a la provincia propició que muchos almerienses tuviesen ayer que sacar los paraguas, las botas y la ropa de abrigo. Fue el lado positivo de un temporal que ayer también obligó a evacuar por prevención a los alumnos y profesores del CEIP Concordia, en la barriada de Campohermoso, en Níjar. Fuentes del servicio unificado de emergencias 112 apuntaban que el desalojo, que se ha desarrollado con normalidad, se produjo a las 10:15 horas ante la previsión de que pudiese entrar agua en las dependencias del centro, por lo que se procedió a avisar a los padres y tutores para que recogieran a los menores.

Las mayores incidencias, según informan fuentes del 112, se registraron en la comarca del Poniente donde se llegaron a alcanzar casi los 50 litros por metros cuadrado (véase la tabla adjunta). Los bomberos tuvieron medio centenar de salidas en toda la comarca. En El Ejido la mayoría de actuaciones se han debido a la aparición de balsas de agua, lodo y barro en la red viaria secundaria aunque también se han producido salidas por el desplome de cornisas, ramas de árbol, tejas o mobiliario público debido al viento si bien no ha habido que lamentar daños personales.

En Adra, el susto se lo llevaron los vecinos tras el desplome de varios árboles, el de más relevancia un ejemplar centenario en el bulevar de Poniente.

En la capital, por su parte, el temporal descargó con virulencia y provocó los tradicionales atascos por las principales vías de comunicación y una de las imágenes del día en Costacabana, concretamente en la Rambla de El Charco donde los autobuses y vehículos tenían serías dificultades para circular debido a la fuerte tromba de agua que colapsaba la carretera.

El temporal también ha permitido que lleguen la primeras nieves a la provincia. Ayer la Sierra de los Filabres presumía de un ligero manto blanco que era visible a través de las cámaras del Centro Astronómico de Calar Alto.

Si en el Poniente y la zona sur de la provincia las lluvias descargaban con fuerza, en el Almanzora y el Levante, el temporal era más benévolo y dejaba menos litros por metro cuadrado. Aún así, por ejemplo, la flota pesquera en Garrucha no pudo salir a faenar y se quedó en el puerto debido a las fuertes rachas de viento que jugaron una mala pasada a más de un vecino al ver como arrancaban de cuajo su puerta.

Para hoy la situación se normaliza y se esperan temperaturas moderadas que pueden llegar a alcanzar los 18 grados con cielos despejados. Las lluvias, de momento, no volverán a hacer acto de aparición hasta el fin de semana. El otoño, ya se ha asentado para quedarse.