Los retos del nuevo Gobierno en la provincia

Las hipotecas de Pedro Sánchez en Almería

  • Las infraestructuras ferroviarias siguen siendo el principal reto estatal 

  • Los empresarios exigen que el AVE y agua de Almería no pague la factura de los pactos

  • Palomares continúa a la espera de la descontaminación radioactiva 

La última visita de Pedro Sánchez tuvo lugar en Níjar por la DANA

La última visita de Pedro Sánchez tuvo lugar en Níjar por la DANA

Ya no tiene cabida el argumento de la herencia recibida. Hoy arranca la XIV Legislatura con el discurso del Rey y el nuevo Gobierno en coalición en la segunda legislatura de Pedro Sánchez no podrá refugiarse en excusas de un nefasto mandato anterior en materia de inversiones -en 2016 fue el peor presupuesto de la historia- a la hora de frenar las adjudicaciones, licitaciones y obras de las infraestructuras que históricamente reivindican los almerienses. Ni prima de riesgo, ni rescate, ni déficit, ni Zapatero, ni Rajoy... el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos se enfrenta a un decálogo de compromisos que fueron paralizados y aparcados en una de las peores etapas inversoras de la historia y contra la que lucharon desde la oposición sin éxito. En 2018, según los socialistas, las cuentas estatales situaron a Almería como la provincia con menor inversión del país. Pero ahora son de su exclusiva responsabilidad y tienen la potestad de revertir los históricos incumplimientos de la administración estatal con una provincia que tiene una larga lista de asignaturas pendientes.

En el decálogo de la veintena de ministros figuran las comunicaciones, principalmente las ferroviarias sin olvidar el tercer carril de la A-7, los retos del sector agroalimentario, la batalla contra el déficit hídrico y la descontaminación de Palomares. La economía y el empleo han remontado el vuelo en una provincia que los empresarios ya han definido como isla y precisamente la patronal ha pedido al presidente que “el AVE y agua de Almería no paguen la factura de los pactos de investidura”. El déficit de las comunicaciones lastra la competitividad de las empresas almerienses y condena a la ciudadanía al ostracismo ferroviario a una provincia emprendedora, sin olvidar que los recursos hídricos existentes no son suficientes para seguir garantizando el milagro agrícola del mar de plástico.

El Gobierno recién investido, con sólo un almeriense como secretario de Estado, tiene que fijar cuanto antes la hoja de ruta para la provincia, manteniendo las hipotecas de la anterior legislatura e incorporando nuevos frentes propios del desarrollo de los acontecimientos. En la Moncloa han parecido olvidar que toda realidad ignorada prepara su venganza, como decía Ortega y Gasset, y los almerienses han castigado en las urnas a los presidentes que no han contribuido a sacar del estado de letargo permanente los principales proyectos de la provincia. Incumplimientos permanentes y olvidos ministeriales que han ido dejando en papel mojado la mayoría de los compromisos y anuncios, sin olvidar las partidas presupuestarias sin ejecutar y las obras que se eternizan. El repaso a las hipotecas de Sánchez, que son las mismas que heredó de Rajoy y Zapatero, empieza por un Corredor Mediterráneo abandonado a su suerte. Otros se han ido incorporando a la agenda y requieren una actuación del conjunto de las administraciones como el reto demográfico contra la despoblación y un plan de industrialización por el ocaso del sector en la provincia

1. Alta Velocidad con Murcia y ferrocarril a GranadaEl tapiado de túneles en Sorbas fue la única obra realizada durante la legislatura y media del Gobierno del PP. La presión de la ciudadanía obligó a licitar y adjudicar casi en la prórroga, en los últimos meses, un sólo tramo, el de Pulpí a Cuevas, completándose el resto de las tramitaciones cuando llegó Pedro Sánchez a la Moncloa. Han tenido que pasar más de 2.700 días sin obras del AVE, los que distan de la finalización de los túneles de Sorbas en diciembre de 2012 y finales del pasado año con el inicio de los trabajos en el primero de los tramos que se contrató. Con el Gobierno de Rajoy se consignaron 400 millones a la línea de Alta Velocidad y no se construyó ni un metro de traviesa, si bien el último de los ministros populares, Íñigo de la Serna, fijó un cronograma de trabajo e inversiones que establecía el final de obra en 2023, un calendario que parecía respetar su sucesor socialista, José Luis Ábalos. Sin embargo, se han sucedido los retrasos y en tramos adjudicados en enero y marzo todavía no se ha movido una piedra. Y el tramo del Río Andarax se retrasa y encarece al surgir de la nada un inmenso vertedero. Tampoco se ha terminado el estudio que determine los plazos de la adaptación de la línea convencional con Granada al ancho internacional y sólo se ha avanzado en el cambiador -la actuación empezó el pasado verano- para que los almerienses puedan montar en el AVE nazarí al viajar a Madrid. Es la séptima legislatura del AVE

2. Tren convencional, estación y paso a nivel soterrado en El PucheEl ferrocarril convencional se ha ido desmantelando, quizás en la creencia de que el AVE llegaría mucho antes, y requiere inversiones para que el viaje a Madrid y Sevilla deje de ser una odisea. Así lo vienen reclamando tanto la Mesa del Ferrocarril como agentes sociales y económicos cansados de sufrir el eterno trayecto marcado por los trasbordos. Las obras del paso a nivel de El Puche se retrasaron medio año, lo que mantiene en Huércal de Almería la estación de cabecera, una situación de aislamiento ferroviario que nada contribuye a favorecer el uso de uno de los medios de transporte más sostenibles. Y las obras de la estación, una joya arquitectónica singular de la capital, requieren de una nueva fase al detectarse patologías en el inmueble cuando entraba en su recta final la rehabilitación integral en la que se han invertido casi dos millones de euros. A partir de ahora, Gobierno y Ayuntamiento deberán determinar si tiene uso público como contenedor cultural o si por el contrario retoma la actividad ferroviaria. También requiere la estación de una declaración como Bien de Interés Cultural que sigue sin completarse en el Ministerio de Cultura pese a los anuncios del exministro José Guirao.

Estación de ferrocarril todavía en obras Estación de ferrocarril todavía en obras

Estación de ferrocarril todavía en obras

3. Desaladora de Villaricos y el trasvase Tajo-SeguraCon independencia de que está en el epicentro de la trama Acuamed, a través de la que los responsables de la sociedad estatal y empresas constructoras ordeñaron las arcas públicas mediante los sobrecostes y servicios no realizados, la planta desaladora del Bajo Almanzora, en la pedanía de Villaricos, va camino de dos décadas sin funcionar. Fue destrozada por las riadas de la gota fría de 2012 después de una inversión de 77 millones de euros. El Gobierno trabaja en obras para la protección que evite futuras riadas, mientras se resuelve el conflicto jurídico, pero se desconocen hasta el momento los planes de reapertura. El trasvase del Tajo-Segura es otra de las principales reivindicaciones del campo almeriense y vienen anunciando movilizaciones cada vez que el Ministerio para la Transición Ecológica suspende las aportaciones habituales a la comarca almeriense del Almanzora. Exigen al Gobierno garantías para esta transferencia hídrica a la espera de que se repare la planta de Villaricos. También es una necesidad para la Federación de Regantes de Almería retomar la Autovía del Agua y enganchar con la presa de Rules para que lleguen nuevas aportaciones desde la Costa Tropical. Y, por supuesto, que el agua de calidad que reciben de los trasvases y la que se genera en las desaladoras no les haga perder más competitividad por el alto precios. La medida excepcional de rebaja aprobada en otras regiones del sureste español como Murcia también se ha venido exigiendo sin éxito en la provincia.

4. Tercer carril de la A-7 Fue uno de los proyectos comprometidos durante el Gobierno de Zapatero que pasó a mejor vida con la crisis y el consiguiente austericidio. El Ministerio de Fomento planteó la necesidad de un tercer carril entre Roquetas y Viator, el tramo de la Autovía del Mediterráneo con mayor concentración de vehículos, pero se aparcó donde habita el olvido. Los continuos desprendimientos en el Cañarete, que obligan al cierre provisional de la carretera por la costa como en la actualidad, agudizan el cuello de botella de la A-7. Pero ni la reapertura del Cañarete ni los nuevos enlaces desde Aguadulce a la autovía pueden solventar el colapso del tramo que soporta mayor densidad de tráfico con más de 50.000 vehículos diarios. El proyecto, que se retomó limitando el tercer hilo a los diez kilómetros que separan la capital de Roquetas, está en redacción desde el pasado verano y se encuentra en la fase de evaluación ambiental.

5. Balsa del Sapo La solución definitiva se demora desde principios de 2011 con el anuncio de un convenio entre el Gobierno y la Junta de Andalucía para la puesta en marcha de un túnel de desagüe de Las Norias a Roquetas. El proyecto fue elaborado por la sociedad estatal Acuamed meses antes con varias alternativas que iban desde los 40 a los 80 millones de euros, pero no se ha elegido ninguna porque sencillamente se retiró de la agenda. El Ejecutivo de Sánchez debe solventar el problema de las crecidas atendiendo a una obra que fue declarada de interés general por el Estado con hechos porque los estudios se demoran desde que el 28 de julio de 2011 el Ministerio de Medio Ambiente adjudicara el contrato para redactar el proyecto de construcción del desagüe para una zona de aproximadamente 130 hectáreas. También cuenta con la catalogación de obra de interés general el dique del río Adra que se viene eternizando sin proyecto ni obras.

6. El hotel del AlgarrobicoLa comisión bilateral con la Junta ha sentado las bases para la demolición del hotel de Carboneras, si bien la justicia aún no ha determinado, pese a los pronunciamientos en contra, que aún pueda meterse la pala. El recorrido judicial ha entrado en su recta final. Las dos administraciones públicas ya han fijado un protocolo posterior para la restauración, pero siguen a la espera de la estocada mortal del juez que nunca llega. Eso sí, no se han fijado responsables y ambas instituciones se han reprochado su ineptitud al permitir la edificación de la mole de 22 plantas en pleno parque natural de Cabo de Gata-Níjar. La justicia dirá.

7. Descontaminación de Palomares Bajo el Gobierno de Mariano Rajoy se llegó a un acuerdo verbal con los Estados Unidos para la retirada de la tierra contaminada. Iba a ser una operación sufragada a medias. En 2015, el secretario de Estado de la administración Obama visitó España y realizaron una declaración conjunta de buenas intenciones, si bien nunca llegó acuerdo definitivo por el que se planteó la inversión de un montante de en torno a 500 millones de euros con fecha 2020. Ni se ha cumplido ni parece que se cumplirá tras la llegada de Donald Trump al poder al haberse desentendido del problema que con anterioridad habían aceptado. El Ejecutivo de Sánchez deberá exigir nuevamente al americano que inicie la descontaminación.

Protesta de los agricultores por los bajos precios que lastran al sector Protesta de los agricultores por los bajos precios que lastran al sector

Protesta de los agricultores por los bajos precios que lastran al sector / Javier Alonso

8. Crisis de la agricultura La Consejería de la almeriense Carmen Crespo ha pedido al nuevo Gobierno de Sánchez la negociación de la PAC fuerte, la lucha contra los aranceles de EEUU, la defensa de un precio justo para el agricultor, empezando por la inminente tercera licitación de almacenamiento privado de aceite de oliva y trabajar contra la sequía de la comunidad. Pero en clave provincial preocupa sobre todo la insostenibilidad del modelo almeriense por la falta de rentabilidad de las explotaciones agrarias. Es el momento de que el Gobierno, más allá de presionar para evitar incumplimientos en la entrada de productos de terceros países, se siente con el sector y el resto de administraciones a buscar una salida en la comercialización que permita sobrevivir al pequeño agricultor que hace posible que la provincia sea la huerta de Europa. La aplicación del Salario Mínimo Interprofesional también genera malestar en diferentes estamentos de la cadena de producción, una guerra que se suma a la de la falta de recursos hídricos y bajos precios.

9. Regresión de la playa de Balerma y Guardias ViejasEl litoral ejidense es uno de los más afectados por la regresión y requiere de una apuesta del Gobierno. Colectivos vecinales y partidos políticos no comparten la construcción de un espigón en Balanegra por el perjuicio que ha ocasionado a las playas de Balerma y Guardias Viejas. Cada vez que llegar un temporal desaparece la playa, una situación que requiere una solución estructural y sostenible para frenar el avance del mar hacia la costa. El Ayuntamiento de El Ejido insta al nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez a tomar cartas en el asunto de manera inmediata. 

10. Plan de industrializaciónGobierno y Junta deben trabajar conjuntamente en revertir una situación preocupante en la radiografía laboral almeriense. Apenas el 4,9% de los ocupados en la provincia pertenecen a las empresas del segmento industrial frente al 22,7% de la agricultura y casi el 68% de los servicios. Sólo la construcción tiene menor peso en este nuevo escenario socioeconómico de los municipios almerienses que ha sufrido importantes cambios en la última década. En 2009 tanto la industria como la construcción se elevaban por encima del 10% y el resto se lo repartían la agricultura con un 13,5% de los trabajadores y un 66,3% de los servicios en los que se incluye el manipulado que operan las cooperativas y alhóndigas del agroalimentario. La industria ha retrocedido un 5% en la distribución de ocupados y su representatividad es la más baja de la península a años luz de la que tiene en Álava (27,3%), Burgos (27%) y Navarra (25,6%). Sólo en Ceuta (4,5%) y Melilla (2,5%) y en la isla de Santa Cruz de Tenerife (4,4%) se registra una menor proporción de trabajadores en este segmento, una coyuntura productiva que dista mucho de la que marca la Unión Europea en su Estrategia 2020.

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