Crítica 'La serie Divergente: Leal'

Estrujando la letra

la serie divergente: leal. Ciencia Ficción, Distopía, USA, 2016. 121 min. Dirección: Robert Schwentke. Guión: Noah Oppenheim, Adam Cooper, Bill Collage (Libro: Veronica Roth). Música: Joseph Trapanese. Fotografía: Florian Ballhaus. Intérpretes: Shailene Woodley, Theo James, Naomi Watts, Ansel Elgort, Miles Teller, Jeff Daniels, Jonny Weston, Bill Skarsgård, Kristin McKenzie, Juanita J.P. Taylor, Marisol Correa, Jessica Yoshimura, Steven A.D. Taylor, Lindsey McCollough, Alicia Kelley.

Esto es una cascada de desdichas. Hubo una vez una señora llamada Veronica Roth que publicó en 2012 una cosa titulada Divergente, en 2012 otra titulada Insurgente y en 2013 otra más llamada Leal. Tratan de aventuras en un futuro distópico protagonizadas por adolescentes. Se comprende que no tardara mucho en escribirlas porque se parece demasiado a otras historias -sobre todo a la también horrorosa Los juegos del hambre, casualmente publicada entre 2008 y 2010- que han triunfado en los últimos tiempos. Como fueron superventas -¡con la de libros que hay para leer!- lo que queda de Hollywood se interesó por ellas.

En 2014 se estrenó Divergente, dirigida por Neil Burger, y en 2015 La serie Divergente: Insurgente, dirigida por Robert Schwentke, un alemán que dirige como si hubiera nacido en Los Ángeles. No son tiempos para Murnau, Lang o Wenders, que rodaban en alemán cuando iban a Hollywood. Cosas de la papilla global. El trabajo de este señor gustó tanto que le encargaron dos partes más que se corresponden al tercer libro de la Roth, despiezado según la moda en dos películas para dejar la teta estrujada hasta la extrema flacidez. Así nos llega La serie Divergente: Leal y nos llegará el año que viene La serie Divergente: Ascendente. Aunque parezca cosa de broma, no lo es.

El argumento es un disparate. Pero, ¿quién busca argumento aquí? La dirección es aburridamente rutinaria. Pero, ¿quién busca dirección -es decir, cine- aquí? Las interpretaciones son esforzadas aunque huecas. Pero, ¿quién busca interpretaciones densas aquí? Si los actores tienen un churro de guión y personajes de tebeo, poco pueden hacer. Hay sobreabundancia de efectos especiales, pero eso es lo que se busca. Así que no hay más que decir.

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