Fútbol | Liga de Naciones

Croacia se mete en la final con gran brillantez ante Países Bajos (2-4)

Bruno Petkovic dispara a puerta ante Van Dijk para marcar el 2-3 en la prórroga.

Bruno Petkovic dispara a puerta ante Van Dijk para marcar el 2-3 en la prórroga. / KOEN VAN WEEL | Efe

Croacia espera en la final de la Liga de Naciones a España o Italia, tras exhibir las señas de identidad que la instalaron en la élite, su carácter combativo y el orgullo infinito al ritmo que marca Luka Modric, remontando al anfitrión, Países Bajos, en la segunda parte y rematando su proeza en una prórroga que la acerca al primer título de su historia (2-4).

Ese sello eterno que adquirió Croacia en varios Mundiales, llegando a ser subcampeón en Rusia 2018, lo exhibió con todo en contra en Róterdam. Siempre obliga al rival la guerrera Croacia, a la que jamás se puede dar por muerta. Con un espíritu de lucha que se hereda entre generaciones y que aún representa Modric en el campo. Referente absoluto de su equipo pese a sus 37 años. Firmando una exhibición para el recuerdo.

Levantó de la lona a su selección inventando un penalti. Gakpo, clave en fase ofensiva de Países Bajos, descolgándose de la punta, abriendo espacios que aprovecharon Simons, que probó a Livakovic a los 18 minutos, y Malen. Cuando el movimiento del 9 descolocó la defensa croata y una triangulación veloz, al primer toque, le presentó al extremo un buen balón para cruzarlo a la red a los 34 minutos.

Vencía Países Bajos, con todo a su favor, cómoda con balón y sin sufrir agobios de una Croacia que supo esperar su momento. Con más poso de equipo formado y confianza en sus virtudes. Perdonó el equipo de Ronald Koeman cuando pudo dañar. En un testarazo de Gapko y un zurdazo de Koopmeiners que acarició el travesaño.

Y fue Gapko quien cometió un error en un mal control en su propia área que se agravó por la picardía del veterano. Modric le robaba la cartera y el balón para provocar un penalti decisivo. Porque Croacia apenas había inquietado con alguna carrera de Kovacic y la batalla de Perisic en el primer acto. Lo mejor lo tenía reservado para el segundo, cuando se adueñó de la semifinal.

Ya había rondado el gol Kramaric, con bicicleta y disparo buscando una escuadra, cuando Modric provocó el penalti y decidió el lanzador. Balón a Kramaric que, con tranquilidad, no falló en la ejecución. El cambio de plan de Ronald Koeman, pasar a jugar con un 9 puro como Weghorst, no incomodó a Croacia.

Firmó la remontada gracias a la aparición sobrada de calidad de Luka Ivanusec. Picó el balón al defensa rival, puso pausa hasta el momento de lanzar un pase tenso y preciso que remató de primeras Pasalic a los 72 minutos.

La experiencia croata no invitaba a pensar en más alteraciones tras dar la vuelta al partido. Lo anestesió, desesperó a Países Bajos, pero en el tiempo añadido cometió un error. Después de que Gapko ya perdonase un balón muerto en el 91, en la última acción del partido, en el 96, que desesperó a Croacia por considerar más añadido del adecuado. Con un mal despeje de Erlic con el rival volcado en su área y un balón muerto que fusiló arriba Lang.

Nunca puede sorprender una prórroga con Croacia de por medio. De sus nueve últimos duelos de eliminación directa, siete acabaron con tiempo extra y cinco en tandas de penaltis. Fue cuando apareció Bruno Petkovic para sentenciar el duelo con un golazo.

Recibiendo de espaldas, girándose y sacando un disparo lejano ajustado a un palo. Ya no habría opción para Países Bajos, que perdonó la más clara cuando Bergwijn se topó con Livakovic y su rechace con los pies lo perdonó Lang con todo para marcar. El premio merecido final era para Modric, como no podía de ser de otra manera tras impartir una clase de fútbol y puso el broche al triunfo tras un claro penalti.

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