Ramon Azeez está dispuesto a darle el mes de agosto a Alfonso García. El patio parecía plácido tras el stage de pretemporada en Asturias, pero el Almería es una fuente inagotable de generar dimes y diretes. La cuestión es que el centrocampista nigeriano, mal aconsejado o no (tal y como insinúa el presidente) no ve claro su salto profesional al primer equipo y disiente del contrato por seis años de duración que en su día rubricó y del que ya ha consumido cuatro temporadas.

La madre del cordero radica en que a Azeez, con cara de niño, ya le ha salido la barba y el reglamento impide que un jugador que no sea sub-23 alterne el primer equipo con el filial. Dicho de otra forma, tiene que jugar con uno u otro, pero sin la posibilidad de simultanearlos. La entidad rojiblanca tiene el asunto muy claro y lo considera a todos los efectos un efectivo más de Sergi, de ahí que en el reparto de números le otorgara el dorsal '20', mientras el curso pasado lució el '31'.

Con lo que no contaba la dirección deportiva es con la negativa en rotundo del africano, que provocó su ausencia durante la presentación del equipo el domingo por la tarde ante Las Palmas, circunstancia que motivó a su vez que José Ángel, uno de los meritorios en busca de promocionar, disputase los 90 minutos del encuentro y recabase los elogios de su entrenador al término de la confrontación.

El asunto viene de lejos y parece enquistado en el tiempo y enconcado. Según ha podido saber este periódico, su agente le ha recomendado aceptar las tesis del club, que defiende que en su día pactó un contrato de larga duración con unas determinadas cantidades en función de su desempeño, si bien la familia de Azeez no acaba de verlo claro y le aconseja que siga en rebeldía.

La situación no está resultando nada beneficiosa para el de Abuya, que en apenas un par de años ha pasado de ser citado por su selección para disputar el Mundial de Brasil a no ir ni convocado con las águilas verdes y ser un habitual en el banquillo unionista.

Jonathan Zongo, compañero de penas, ya tuvo un rifirrafe muy similar cuando pasó del filial al primer plantel, circunstancia que purgó jugando desde septiembre a diciembre en el B hasta que se reabrió el mercado en el periodo invernal, muestra de hasta dónde está dispuesto a llegar Alfonso García con los jugadores díscolos, aunque entonces hubo un final feliz.

El affaire con Azeez tal vez haya llegado a un punto de no retorno y el club ya busque la forma de desprenderse de quien parecía iba a ser un valor seguro por quien sacar un buen puñado de euros tras captarlo por despuntar en un mundial sub-17 y otro sub-20 desde el que también llegó Stanley Okoro (otro negocio runioso).

Con el arranque de la temporada a la vuelta de la esquina (el próximo día 23 se abre el telón en casa recibiendo al Leganés), el margen de reacción se reduce y el cuerpo técnico podría apostar por hacerle ficha del primer equipo a José Ángel a tenor de las alabanzas de Sergi tras el amistoso frente a los isleños. Completaría la terna de volantes junto a Fatau, Montoro y Corona.