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El S.O.S. del acuífero del Poniente recibirá respuesta de los regantes

  • Tras décadas en las que la sobreexplotación era la tónica general, agravada por la persistente sequía de los últimos años, los comuneros dan un paso al frente para conseguir su recuperación

Al fin comienza a verse la luz al final del túnel. Después de décadas en las que era uno de los retos pendientes de la agricultura almeriense, la regeneración del acuífero del Poniente ya está en marcha. La Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente Almeriense (JCUAP) acaba de activar un ansiado plan de recuperación cogiendo al toro por los cuernos y financiando la actuación con recursos propios.

Aunque los regantes que forman parte de la JCUAP solicitan la ayuda de las diferentes Administraciones para agilizar los proyectos, aplicar la Ley de Aguas, regularizar la situación del Poniente, invertir en la Autovía del Agua y activar otras alternativas como trasvases, desaladoras, etc, se han puesto manos a la obra de forma unilateral para incorporar al regadío otros recursos hídricos diferentes gracias a una cuota voluntaria y solidaria de un céntimo por metro cúbico. Con ello, se pagará la diferencia entre el precio del agua de pozo y otras opciones, procedentes de la desaladora de Campo de Dalías, el embalse de Benínar y la Balsa del Sapo.

Con este plan de regeneración se salvaguarda el futuro de la agricultura almeriense, pues en el Poniente se ubican alrededor de 20.000 de las 30.000 hectáreas que se cultivan bajo los invernaderos de la provincia.

La persistente sequía ha asfixiado aún más la situación del acuífero y del resto de masas de agua existentes en la provincia. Según los datos facilitados a la Federación de Regantes de Almería (Feral) por la Agencia Andaluza del Agua, el Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas que se aprobó en enero de 2016 demuestra la situación real en que se encuentran las reservas naturales de agua en la provincia. "Las 23 masas de agua existentes en el subsuelo almeriense se encuentran en mal estado, con diferentes índices de gravedad. La demanda anual de agua de los acuíferos roza los 490 hectómetros cúbicos al año, mientras que una explotación sostenible no podría sobrepasar un consumo anual de 350 hectómetros cúbicos al año", recuerdan desde Feral.

La falta de recursos alternativos a los pozos provoca, por ejemplo, que en el campo de Dalías se extraiga un 174% del recurso disponible. En el campo de Tabernas, el aprovechamiento de los acuíferos se eleva al 302%, y en Níjar llega al 138% (aunque ha llegado a ser del 212%). A pesar del enorme esfuerzo desarrollado por las comunidades de regantes para multiplicar exponencialmente la eficiencia que se obtiene de cada gota de agua, la falta de recursos externos (agua desalada, agua regenerada y trasvases) provoca que Almería sufra un déficit hídrico estructural. De ahí la importancia de iniciativas como la impulsada esta semana por la JCUAP para la recuperación del acuífero del Poniente.

A ello se une el aprovechamiento del agua de la Balsa del Sapo, mediante la construcción de una desalobradora y, mientras se lleva a cabo, se podría aprovechar el agua sobrante mediante la construcción de una batería de pozos perimetral y usarla mezclada con otra de mejor calidad.

También, la conexión del embalse de Benínar con la presa granadina de Rules. El sistema hídrico de la cuenca del río Guadalfeo aporta cada año 184 hectómetros cúbicos, mientras la demanda de regadío granadina no superará los 114 hectómetros. Por último, la desaladora de Campo de Dalías, ya en marcha al 100%, aunque el reto ahí es el precio.

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