VOLEIBOL | SUPERLIGA

Fran Ruiz regresa al Unicaja tras cuatro años en Chipre e Italia

  • El receptor cordobés, nombre de relumbrón para el nuevo Unicaja: "Cuando me llamaron supe que es el proyecto perfecto para mí, mi equipo"

Fran Ruiz remata en su anterior etapa como jugador verde

Fran Ruiz remata en su anterior etapa como jugador verde / D.A.

Pocas veces una comparación con el reino animal se ajusta tanto como en este caso. En la jerga del voleibol, Fran Ruiz es un caballo sin duda, pero por tamaño se asemeja más al halcón peregrino, ave menuda, pero uno de los depredadores más letales del planeta. Coincide a la perfección con las dos palabras: es halcón porque vuela, siendo un prodigio de la naturaleza y es peregrino porque viaja por el mundo siguiendo su fe en el vóley. El receptor cordobés ha decidido regresar a España, a su Superliga, y lo va a hacer vistiendo los colores de su último equipo antes de emprender aventura en Chipre e Italia. En picado a 380 kilómetros por hora, va a la caza y vuelve al Unicaja "muy feliz y entusiasmado".

Fran Ruiz explica que estos sentimientos se producen "por volver a España y, sobre todo, por volver a la que considero mi segunda casa, a este club y a la ciudad de Almería". Es sabio al incluir su etapa de formación como parte de su trayectoria. Así, "a lo largo de mi carrera, con esta de ahora serán tres veces las que he jugado en Unicaja, contando con las categorías inferiores y la temporada 18-19", matiza. Es por ello que "cuando me llamaron, supe que este era el proyecto, el club y el equipo perfectos para mí, sentí que era mi equipo". Además, le tiene ganas a una Superliga que espera que sea "competitiva, que te haga ir a entrenar y a jugar sabiendo que tienes que dar tu 150%".

Detrás de ello está su humildad perenne en el camino a la mejoría: "Que me permita seguir aprendiendo, creciendo como jugador y, sobre todo, como persona". A ello se ha dedicado desde que fue determinante en la Copa del Rey de 2019, a balonazos para hacer de Unicaja campeón. Un año en Chipre y tres en Italia dan para mucho: "Traigo un equipaje lleno de todo, de aprendizajes, anécdotas, momentos buenos, algunos no tanto... pero que al final me han hecho ser la persona que soy ahora". Lo resume con que “me considero mucho más adulto tanto en lo personal como en mi desarrollo como jugador".

Vuelve un mejor Fran Ruiz del ya gran jugador que vistió el verde y lo hace bajo la dirección de una persona en la que confía: "De Carlos podría decir millones de cosas. Son ya muchos años conociéndonos y en los que hemos compartido equipo y selección bastante tiempo, pero es que además de eso, cuando nuestros caminos se separaron, habíamos creado una bonita relación en la que nunca se ha perdido el contacto. Es la figura perfecta que necesitaba".

El técnico almeriense corresponde al receptor: "He tenido la suerte de trabajar con él y lo conozco perfectamente en todas sus facetas deportivas. Es un jugador que viene a dar el balance necesario que un equipo requiere técnicamente. Si a ese balance técnico le sumas la energía con la que es capaz de realizar las acciones de juego, y lo que es capaz de transmitir al resto del equipo y a la grada en esa conexión tan necesaria, se convierte en un jugador excepcional. Va a aportar muchísimo. En recepción es muy estable, suma al control técnico su potencial en ataque, agresividad en contraataque”.

Su mensaje a la afición ahorradora es que "es el jugador número siete" y se dirige a ella directamente para hacer una petición: "Tenemos que hacer que el Moisés Ruiz cada fin de semana en casa sea un fortín". En cuanto a objetivos, "son siempre ser un poquito mejor cada día, ayudar y ser ayudado; quiero jugar por estar en todas las finales y poner al club donde se merece". No le será una competición extraña pese a haber pasado fuera cuatro años: "He visto gran parte de los partidos, va en constante cambio, poco a poco el nivel se equilibra con más equipos que quieren estar arriba y eso es muy bueno".

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