Parece que fue ayer cuando Embarba cogía el balón con mimo y transformaba con una tranquilidad impropia de aquel momento un 3-3 que le daba la permanencia al Almería. Parece que fue ayer cuando los Sadiq y compañía celebraban el ascenso en Leganés ante miles de aficionados entregados en una de las noches más alegres. Parece que fue ayer cuando desembarcó Turki y su séquito en Almería para darle otro color a la entidad. Parece que fue ayer el día de Lugo, el de Córdoba o el del Reus. Pero el tiempo pasa de manera inexorable y el Almería comienza su octava temporada en Primera División. Sí, leen bien: la octava temporada en la máxima categoría, la segunda de manera consecutiva, algo que parecía una utopía para aquellos que olieron el césped del Juan Rojas y que se tragaron hierba embarrada y fútbol tosco.

La ilusión es seguramente mayor que en la de todas las tardes y noches anteriores, mayor incluso que esa del ascenso de Unai Emery, con una masa cada vez más numerosa, fiel y joven. En pleno agosto y no son pocos los aficionados ―jóvenes y mayores― que tienen las mariposas propias de la primera cita para ver el inicio de un Almería que pretende ser el mejor de la historia superando al de Unai Emery. Para ello el club está siendo uno de los principales agitadores del mercado firmando a nombres como los de Édgar, Lopy, Pubill, Arribas o Baba. Todos ellos han sido citados por Vicente Moreno, esperando poder ser inscritos después de los malabares financieros que hay que hacer para ello. De momento, sólo Édgar y Lopy están registrados en LaLiga.

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Ambas incorporaciones tienen muchas posibilidades de jugar de inicio, formando la medular en ese 1-4-2-3-1 con el que pretende actuar Vicente Moreno. El técnico valenciano ve más al ex del Real Betis como central, pero la necesidad en el centro del campo tras las salidas de César de la Hoz y Samu Costa provocarán que el '3' haga las labores de mediocentro, donde ya ha jugado gran parte de la temporada. A su lado estará Lopy, sin descartarse que lo haga Robertone en una hipotética versión más ofensiva si bien el argentino apunta a mediapunta.

Aridane, Lejeune y Espino, las tres caras nuevas del Rayo, serán titulares en defensa

En portería formará Mariño tras salir Fernando recientemente de una lesión muscular, mientras que Pozo y Chumi se recuperaron a tiempo de sus dolencias en el último amistoso y estarán en el once inicial. Los focos apuntarán a las bandas, con un Embarba que se enfrenta a su exequipo, mientras que Lázaro Vinicius espera confirmar su progresión y convertirse en el nuevo pelotazo que protagonice la entidad rojiblanca el próximo ejercicio. También se presentará en partido oficial el remozado Estadio de los Juegos Mediterráneos. Los abonados de fondo regresarán al viejo graderío tras quitar el club las supletorias que había junto al césped aunque el recinto ha sido pintado de rojo completamente, con escudos grandes en las pistas de cada fondo.

Francisco espera iniciar y terminar la temporada con el Rayo: sólo lo hizo en Primera con la UDA

Enfrente estará un Rayo en cuyo banquillo se estrena un Francisco que tiene una de sus aventuras más interesantes. El técnico almeriense tiene la difícil misión de hacer olvidar a Iraola, quien realizó una excelsa labor en tierras madrileñas. El ex de la UDA pretende dar continuidad a lo realizado por Usúrbil, con un estilo de juego similar. Con la baja por lesión de De Tomás, cuenta de momento con las incorporaciones de Aridane, Lejeune y Espino, quienes serán titulares en la zaga. Nteka, que no es delantero centro puro, será el delantero de un Rayo con una propuesta de juego interesante y que será una buena prueba de juego para el arranque de un Almería que está ante su temporada más ilusionante.