Probablemente fuera por no acrecentar más de lo conveniente un ambiente ya de por sí tenso y para no cargar las tintas contra los futbolistas, sabedor de que son quienes tienen que sacar las castañas del fuego tras una ardua labor para reconducir el vestuario, pero lo cierto es que Ramis se marcó ayer un Soriano al ver un partido completamente distinto al de cualquier seguidor unionista a tenor de sus declaraciones en rueda de prensa.

El técnico tarraconense quiso templar gaitas restándole trascendencia a una derrota que vuelve a meter a su equipo en un lío: "Perder en estos momentos no entra en los planes de los equipos que estamos peleando abajo, pero todos apretamos mucho y ellos lo han hecho. Nos han superado en cuanto a juego, no en situaciones de gol. Hay que descansar bien y mejorar situaciones en las que concedemos al rival, posesiones que son nuestras. Intentaremos llegar al siguiente partido fuertes otra vez y con las cosas claras".

En su línea de negar lo evidente, Ramis incluso rehusó que fuera su peor partido al frente del Almería: "No es el peor partido desde que llegué. No tiendo a evaluar los partidos mejores o peores en función del resultado. Si acertamos la de Fidel a bocajarro con el portero esa pregunta no hubiera existido. No me he desesperado, ha habido momentos de tensión en los que quieres que tu equipo reaccione, los balones desaparecen y hay desmayos, son situaciones que suceden y tenemos dos piernas, dos brazos, un corazón y un cerebro, como todos".

Abundando en su discurso, optaba por seguir viendo el vaso medio lleno: "El escenario que veo es que miro hacia adelante y tengo a más de cuatro equipos por debajo. Eso no significa nada y significa todo. Ahora hay que analizar e intentar sumar en casa porque estaremos más cerca. Quedan tres partidos y este equipo ha reaccionado bien a decepciones y a no hacer las cosas trabajadas, aunque se intenten".

No quiso poner el foco en el pésimo partido del centro del campo, pero lo insinuó acordándose de la baja de Borja: "En todos los partidos hemos tenido momentos buenos y malos. Hemos ido de menos a más, pero la segunda parte ha sido peor. Hemos perdido balones en la circulación por falta de precisión provocada por la precipitación. Hemos echado en falta gente que no está. La semana que viene recuperamos a unos y se caen otros y la ilusión debe servirnos para tener las cosas claras".

Ramis tiene claro que todo se decidirá en las últimas fechas: "Cada semana que pasa aclara todo más, pero no se definirá hasta las últimas jornadas. Estamos muchos equipos y tenemos que ser fuertes. Nuestra dinámica y tendencia no la va a cambiar nadie y es buena".