Ya no valen zarandajas. Los puntos que se pierden a estas alturas no vuelven, al igual que el resto, pero hacen mucha más pupa porque cumplir el objetivo sigue en el alero a falta de ocho jornadas. Tras las victorias de Reus y Cultural y el empate del Alcorcón, a nadie se le escapa que la visita del Albacete esta tarde (16:00 horas) al Estadio de los Juegos Mediterráneos es vital por cuanto una indeseada derrota abocaría a los rojiblancos al abismo. El calendario es caprichoso a domicilio y dentro del vestuario indálico tienen mucha fe puesta en sacar adelante los duelos en casa frente a rivales directos para cimentar así la salvación y evitar jugarse de nuevo el todo por el todo en una dramática última jornada en Lugo.

La plaga de bajas no facilita la labor del cuerpo técnico, que pese a todo podrá alinear un once competitivo al recuperar para la causa a Pozo, que cumplió sanción en Cádiz, y Joaquín, ya restablecido de su lesión muscular.

Por contra Lucas no contará con la electricidad de Gaspar para la banda tras romperse esta semana la rodilla, uniéndose el manchego a Mandi, Fran Rodríguez, Owona, Sulayman y Lass en una enfermería repleta durante todo el curso. A ellos hay que sumar a Nano por acumulación de amarillas. Todos esos condicionantes vislumbran una alineación formada por René bajo palos y bueno sería que el gaditano no vuelva a ser el jugador más destacado del equipo.

Eso, entre otras cosas, significaría que se ha jugado más en el área rival que en la propia. En defensa se vislumbra la entrada de Joaquín por Trujillo en el eje de la zaga para acompañar a Morcillo, con Motta y Pervis en los laterales. Verza, que cuajó una gran actuación en el Ramón de Carranza en las labores de contención, formará con Rubén Alcaraz la sala de máquinas en la media, mientras que las mayores incógnitas se centran en los extremos y la punta de ataque. Una banda parece adjudicada a Hicham, mientras que los candidatos a la otra son Fidel y Álamo.

El retorno de Pozo a la mediapunta se da por descontado, con la misión de buscar espacios entre la poblada zaga albaceteña, pero no está tan claro cuál será su acompañante en el área. Juan Muñoz fue el elegido en Cádiz y podría repetir titularidad, si bien tampoco puede descartarse que Lucas apueste esta vez por la corpulencia de Caballero para fajarse con una zaga con tres centrales experimentados o incluso que el italiano Soleri pase de no entrar en la convocatoria a salir de inicio.

En el banquillo, como principal revulsivo en caso de ser necesario, se sentará Tino Costa, que a buen seguro disfrutará de más minutos de los que ya tuvo en Cádiz, donde reaparecía tras cuatro meses en el dique seco al ser operado de menisco. En el otro lado del campo formará un Albacete optimista tras el empate cosechado el jueves en el partido aplazado con el Huesca (0-0), que lo ha situado con 45 puntos en la tabla, a tiro de piedra de la permanencia, sin los agobios clasificatorios de su oponente.

Tanto es así que Enrique Martín se ha permitido el lujo de no forzar a Esteban Saveljich. El central argentino, ex de la UDA, había cumplido ya los cuatro partidos de sanción que le impuso el Comité de Competición, pero unas molestias en el recto anterior han motivado que su técnico optase por ser conservador. Tampoco serán de la partida dos de los centrocampistas habituales: De la Hoz por sanción y Néstor Susaeta, con permiso por asuntos personales. A esas ausencias hay que unir la de Pelayo Novo, aún hospitalizado desde que sufriera una caída desde un tercer piso en el hotel de concentración donde esperaban para jugar ante el Huesca.

Martín le ha conferido al equipo sus señas de identidad y la intensidad no se le discute, al igual que su buena predisposición defensiva y el peligro que tiene en las transiciones y el juego directo. Partido complicado y clave en el futuro inmediato de un Almería que no puede perder comba.