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Saltan chispas con Zozulia

  • El camerunés se convierte en el líder de la defensa ante las bajas de Saveljich y ahora Ibiza

  • Apasionante su disputa con el ariete ucraniano

Zozulia controla con el pecho ante el marcaje incesante del camrunés Owona.

Zozulia controla con el pecho ante el marcaje incesante del camrunés Owona. / lfp

Poco a poco, al Almería le van surgiendo los primeros problemas en forma de lesiones. La intensidad con la que juega el equipo, por lo menos en casa, se ha cobrado ya algunas víctimas por temas musculares y la línea más afectada es la defensa, concretamente en su parcela central.

El primero en caer fue Saveljich, con el que se jugó al despiste durante toda la semana, pero una pequeña rotura muscular necesita algo más de una semana para recuperarse. Sobre todo, si detrás tienes a alguien como Owona que ante Las Palmas y Albacete ha jugado sus dos mejores encuentros desde que viste de rojiblanco. Ibiza también cayó ayer lesionado, echándose la mano al isquio y retirándose con evidentes gestos de dolor, lo que no invita al optimismo.

De esta manera, en Granada Owona busca compañero. Trujillo no ha convencido en sus últimos encuentros, por lo que no sería raro que recolocara a algún centrocampista o a Andoni López, y tirara de Martos para el lateral. Incluso podría subir Engonga, al que Fran Fernández conoce a la perfección.

Si las dudas surgen con el central izquierdo, con el derecho no las hay visto el gran encuentro que realizó ayer Owona. En un Almería que careció de la intensidad habitual, el camerunés fue el jugador más solvente. No se trata de un futbolista especialmente portentoso, pero sí es inteligente en el marcaje y de cabeza es un seguro cuando está metido en el partido. Ayer lo estuvo y Zozulia lo sufrió. El ucraniano, un peligro constante cuando el balón está cerca del área, sintió en todo momento en el cogote el aliento del central rojiblanco.

Después de un mal comienzo del partido en el que el Albacete superó con claridad al Almería, la expulsión de Caro dibujó un partido que se le atragantó a los rojiblancos. Los de Fran Fernández no saben llevar el peso del choque cuando juegan lejos del Mediterráneo, se vuelven lentos y previsibles, lo que genera muchas contras a la espalda de la defensa.

Ahí estuvo colosal Owona. Principalmente porque la referencia en ataque era Zozulia y siempre tenía la pierna, el pecho o las manos del rojiblanco para agarrar o empujar al límite del reglamento. El gol fue evitable, principalmente porque Andoni no sale para forzar el fuera de juego. Pero a partir de ahí, el Almería arriesgó y Owona fue el encargado de echar el candado tras lograr el empate.

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