Tras el fichaje por Lázaro Vinicius, aún sin oficializar, el Almería ha cerrado el acuerdo por Gonzalo Melero. Las negociaciones por el centrocampista estaban algo paradas al tener la dirección deportiva rojiblanca puesto en Sadiq, pero una vez se ha resuelto la venta del nigeriano, la cascada de entradas se ha abierto, destacando el interés en quién será el que ocupe el hueco del africano, que ya se encuentra en San Sebastián.

Rubi reconocía en la rueda de prensa posterior al partido ante el Sevilla que estaba esperando a un centrocampista, siendo Melero el elegido. El propio técnico vilasarense ya lo tuvo en el ejercicio 17-18 en el Huesca que campeonó en Segunda División, siendo esa temporada una de las mejores de la carrera del madrileño; no en vano, fue la cuarta pieza más utilizada, anotando nada más y nada menos que 17 goles.

La operación se ha cerrado en 1'7 millones de euros, variables aparte. El madrileño, que tenía un año de contrato más en Valencia, se enroló en la Ponferradina en 2015 tras haberse formado en la cantera del Real Madrid. En 2017 el Huesca lo firmó, logrando ascender esa misma temporada debutando en la máxima categoría en el ejercicio 17-18. En tierras valencianas estuvo hasta 2019, cuando el Levante pagó más de tres kilos y medio para hacerse con sus servicios.

Melero aportará su experiencia en Primera División: a sus 26 años ha disputado 105 encuentros en la élite (22 con el Huesca y 83 con el Levante), 18 goles incluidos (siete en cada una de las dos últimas temporadas). Esta temporada llegó a jugar frente al propio Huesca y Zaragoza, siendo de la partida en los dos, pero no lo lo hizo ante el Tenerife, supuestamente por molestias, según Nafti. Con un valor de cuatro millones para Transfermark, ahora aterriza en el Mediterráneo, donde apunta a pieza importante en un futuro once tipo.