Liga adelante

Ni avasallan ni son agresivos (1-2)

  • El Almería da vergüenza ajena ante el Nástic.Ni rastro de las cualidades que Gorosito pedía a los suyos en la previa para afrontar el partido. Naranjo hace el 0-1, Ximo empata en fuera de juego y Xavi Molina sentencia de cabeza.

Vidas cruzadas en el Estadio Mediterraéno entre clubes que comparten la misma orilla del mare nostrum. El Nástic, recién ascendido de Segunda B y peleando por un nuevo ascenso a Primera, sometía a un Almería confeccionado para subir y que ayer confirmaba que hará sufrir a sus aficionados hasta la última jornada para eludir un descenso al que hace tiempo presentaron su firme candidatura.

No nos andemos por las ramas, lo de ayer dio vergüenza ajena. Desde la estampa de Casto al término del encuentro compadreando con Emana, con quien compartió vestuario en el Betis y que se le llegó a subir a la chepa como si nada hubiera ocurrido, hasta la perversión de las palabras de Gorosito en la previa del partido.

Dijo el técnico argentino que su equipo debía salir a avasallar al rival, con agresividad y convencido de lo que había que hacer. Ni rastro de ambición, intensidad o convencimiento alguno. Muy al contrario, una dosis de encefalograma plano ante un adversario que por mucho que la tabla indicase su tercer puesto, tampoco salió a complicarle la vida a nadie.

Por eso duele más la enésima muestra de indolencia competitiva de un grupo que en 37 jornadas disputadas solo ha sido capaz de hincarle los dientes a la Ponferradina, y aquello según parece fue la excepción que confirma toda regla.

Los jugadores no estuvieron a la altura de las circunstancias, pero tampoco el banquillo. Vicente Moreno, alumno aventajado, le ganó la partida a su maestro Gorosito, a quien conoció en el Xerez y del que ya advirtió conocer sus métodos. No solo eso, evidenció tenerlo perfectamente estudiado para llevarlo a su terreno.

Ordenó un marcaje a lo Iniesta sobre Pozo, rodeado por al menos tres contrarios cada vez que recibía el balón para evitar sus pases de fantasía al borde del área. El malagueño lo intentó de todas las formas, pero esta vez no hubo manera de conectar con Quique o Ramírez.

A esa vigilancia intensiva sobre Pozo hay que añadir el hecho de que la banda izquierda rojiblanca estuvo desactivada durante toda la primera mitad, con un Adri voluntarioso que en ningún caso tiene el recorrido ofensivo que puede aportar el sancionado Dubarbier.

Cuando llega una derrota todos se acuerdan de los que faltan, pero tan evidente fue que no había mordiente por ese costado a la par que todo se volcaba en la banda de Michel como que la zaga pierde jerarquía sin Saveljich sobre el césped. Ximo y Morcillo, dos buenos futbolistas, parecen peores sin el argentino-montenegrino a su lado. En Fran Vélez mejor no ahondar, baste decir que es tan buen mediocentro como irregular central.

Con esos ingredientes era difícil hacer buen caldo y no se hizo. Tras media hora de sesteo impropio de un duelo profesional, Naranjo recibió un balón a unos metros del vértice del área grande y sin espacio para armar la pierna sacó un latigazo teledirigido al palo largo de Casto haciendo infructuosa la estirada del meta extremeño. Golazo en toda regla y otra vez a remar contracorriente.

Moreno tenía claro que desactivando a Pozo el Almería perdía potencial; Gorosito, sin embargo, no ordenó vigilancia especial sobre Naranjo ni Emaná pese a que Ximo ya había advertido a lo largo de la semana de que eran sus jugadores más en forma.

Sin generar fútbol para merecerlo el Almería se topó con el empate de la forma más inesperada. Una falta al borde del área era peinada por Morcillo y remachada de cabeza por Ximo en clara posición de fuera de juego a la que el asistente le hizo mutis por el foro. 1-1 en el añadido del primer tiempo y a vestuarios con el monumental cabreo del técnico catalán, que no se comió por poco al colegiado.

Quedaban 45 minutos por delante pero en el ambiente no se palpaban buenas vibraciones pese a la igualada en un minuto a priori psicológico. A la vuelta de la caseta otra ración de inmovilismo táctico y a nivel de sustituciones de las que ya tiene el Pipo acostumbrado al personal.

Con todo, el Almería pareció más entonado en el arranque del segundo acto, buscando el área tarraconense con más brío pero el mismo escaso convencimiento. Michel provocó un 'huy' con un centro-chut que se marchó rozando el palo antes de que Jean-Luc, recién ingresado al campo, diera el susto de la tarde.

En un salto con Morcillo, el jugador marfileño se golpeó con fuerza la cabeza en el suelo y tuvo que abandonar el campo en ambulancia tras dar muestras de descoordinación en los movimientos y ser parado por Emaná. El fantasma de Ekeng, fallecido el viernes en Bucarest por parada cardiorrespiratoria, recorrió el graderío por unos instantes.

Uche ya estaba a esas alturas sobre el terreno de juego y pronto dispuso de una ocasión para adelantar a los rojiblancos, pero su remate a media vuelta dentro del área se marchó por encima del arco catalán.

Cuando el punto ya se daba por bueno, un saque de esquina de Juan Muñiz era cabeceado a la red por Xavi Molina adelantándose a Soriano, actor pasivo de la función. Esta vez no sirvió ni recurrir a la épica con una nueva oportunidad para Uche peinando un balón que se fue desviado. Esto pinta azul oscuro, casi negro.

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