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La comarca del Almanzora supone la gran incertidumbre

  • Tienen un déficit de 25 hectómetros y aún esperan solución a la desaladora que se destruyó en 2012

La comarca del Almanzora, cuyos acuíferos hace décadas que dejaron de ser útiles, es un ejemplo del daño que ocasiona la sequía. Dos trasvases, el Negratín-Almanzora y el Tajo-Segura, hacen posible la supervivencia de más de 24.000 hectáreas. La sequía en la cabecera del Tajo ha puesto en jaque los aportes del Trasvase Tajo-Segura. Nadie sabe si en los próximos años seguirá llegando agua procedente de este trasvase, del que también dependen los campos de Murcia y Alicante, con los que Almería comparte problemática.

Actualmente, el Trasvase del Negratín, financiado íntegramente por los regantes, aporta el 60% del agua que necesita la agricultura de la zona. La falta de lluvias y el recorte en las cuotas del Tajo-Segura ha complicado sobremanera la situación, a lo que se añade la eliminación de los 15 hectómetros cúbicos de agua que debería estar aportando la desaladora construida por Acuamed en Cuevas del Almanzora y que fue devastada por la riada de 2012. Aunque los regantes de la zona han reclamado al Gobierno una solución compensatoria, el caudal del agua desalada sigue sin llegar, a pesar de la cercanía de las desaladoras de Carboneras y Águilas. Desde el pasado mes de agosto las principales comunidades de regantes en el Almanzora han alertado a sus comuneros para que disminuyan la superficie de cultivo porque no habrá agua suficiente.

En consecuencia, la presente campaña agrícola (2016-2017) ha reducido su capacidad de producción en las principales empresas exportadoras de la comarca del Almanzora, un hecho que se repite además en otras áreas productivas de la provincia. El inicio de la campaña vino marcado por una reducción de hasta el 50% en la superficie de cultivo, afectando principalmente a las grandes plantaciones de lechuga y brócoli, y en segundo lugar a los cultivos tradicionales de la zona como frutales y cítricos.

La incertidumbre que genera la falta de agua comienza a preocupar a los grandes operadores comerciales. Las noticias de que importantes proveedores de Almería pueden tener dificultades para cumplir con los contratos de abastecimiento ha ocasionado que los responsables de compras de grandes cadenas de supermercados recorran el Almanzora para averiguar si hay agua suficiente y decidir si es seguro mantener la relación comercial con las empresas de la zona.

Ante esta situación, los regantes del Almanzora reclaman la llegada urgente de más agua para cubrir un déficit de 25 hectómetros cúbicos, a la vez que luchan por aumentar la rentabilidad del Trasvase Negratín-Almanzora. De los 0,28 euros que un regante del Almanzora paga por metro cúbico del trasvase, 0,11 euros corresponden al coste energético y 0,10 a la amortización del multimillonario préstamo necesario para construir una obra faraónica que conecta el embalse del Negratín en Baza con el centro de distribución a comunidades de regantes, ubicado en la pedanía de El Saltador (Huércal-Overa). Más de 120 kilómetros de tuberías, que superan desniveles de más de 400 metros, hacen posible que el agua nacida en las estribaciones de la sierra de Cazorla llegue hasta la comarca del Almanzora. Mientras llega más agua, el reto ahora es intentar reducir el consumo energético de este trasvase, que actualmente se encuentra en 1,5 Kw el metro cúbico, es decir, la mitad de lo que consume una desaladora.

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