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Su cometido era dar orden y cumplió

  • El canterano dio empaque a los de Soriano en la sala de máquinas y contribuyó a dejar la portería a cero por segunda vez Con la baja de Vélez, se consolida como fijo en la medular

Desde que el 18 de julio comenzó la preparación para la campaña que ahora rueda, quedó patente que Joaquín Fernández (Huércal de Almería, 1996) iba a tener un papel importante en la segunda temporada de Fernando Soriano en el banquillo del Juegos Mediterráneos. Desde los primeros compases de la pretemporada sobre el verde unionista, el de Alfamén comenzó a 'mimar' a su joven pupilo. Unas largas y duras sesiones en las que aprovechó cualquier momento para ir moldeando al canterano con cortas y efectivas charlas. La llegada de los primeros compromisos veraniegos reafirmaron esta apuesta del maño, ya que utilizaba al esbelto futbolista en la demarcación que más le conveniese. Unos días en los que ya se intuía que podía ser un comodín para el entrenador. De hecho, lo viene siendo. Bien como central o como pivote defensivo, Joaquín está disfrutando durante esta temporada de oportunidades, que el huercalense aprovecha.

Esta corta, pero intensa, carrera futbolística en el seno rojiblanco tuvo su nacimiento hace poco más de un año. Un recién llegado Joan Carrillo, por entonces dando sus primeros pasos al mando de la nave almeriense, decidió utilizar el choque copero ante el Gimnástic de Tarragona para darle su primera oportunidad en el primer equipo. Noventa minutos en los que se empezó a vislumbrar el talento del que se disponía en las bases unionistas. Tuvieron que pasar unos meses para que, con nuevo técnico, dispusiera de más minutos. El 'Pipo' Gorosito lo sacó quedando solamente un minuto en Miranda de Ebro cuando el encuentro agonizaba y el equipo conseguía un valioso empate. Casi veinte jornadas después tuvo lugar su última actuación cuando en Palamós dispuso de un poco menos de media hora para jugar. La coyuntura del equipo en las últimas jornadas con Soriano con la batuta no permitieron lugar a nuevos ensayos. Pese a ello, el ex '23' guardaría buena impresión para un futuro, que ahora es presente. Ya en la rueda de prensa previa a la primera jornada advertiría el zaragozano que de no estar lesionado Joaquín podría haber sido titular. Una vez recuperado, la primera oportunidad de la temporada llegó en Montilivi cuando salió al césped catalán a falta de doce minutos para mantener la momentánea victoria. Contra el Tenerife no disputó un minuto, pero comenzó a ser un habitual en las convocatorias del equipo. Esto, unido a las lesiones de Fran Vélez y Miguel Ángel Corona, han propiciado que el huercalense se consolide, por delante de José Ángel, como indiscutible en la medular. Ante el UCAM estuvo absorbido por el rendimiento general, pero ayer dio una versión más a la altura del fútbol que lleva dentro. Entró con el objetivo de dar contención y empaque al once y cumplió a la perfección con su cometido. Uno de los objetivos era dejar la portería a cero y fue clave para conseguir ese fin. En ataque intentó dar salida limpia de balón y en algunos instantes pareció conseguirlo. No obstante, sin muchos alardes, está demostrando que la categoría no se le queda grande.

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