Antonio Manuel Ortiz Oliva, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Abla, es parte fundamental en la organización de las Jornadas Micológicas Abulenses llenan de gente llegadas de fuera los restaurantes y casas rurales de la localidad. En estas líneas explica lo más destacado de esta actividad que permite acercar a la gente al mundo de la micología y al monte y que inculca valores y respecto hacia nuestro medio ambiente.

-¿Qué aporta la celebración de las jornadas al municipio?

-No sólo se han convertido en un lugar de encuentro y un foro de conocimiento de la micología tanto en la provincia como fuera de ella, sino en un referente para la difusión del municipio y de los recursos naturales que tenemos. Pero sobre todo, las jornadas se ha convertido en toda una insignia.

-¿Ha costado mucho confeccionar el programa a causa de la coyuntura económica?

-Quizá el tema de disponibilidad de subvenciones y financiación es algo más difícil, pero la verdad que es un evento no costoso por la elevada participación de las administraciones y asociaciones como la Asociación gastronómica El Choto Pelao y la Buena Mesa de Abla, el Club de Senderismo o la Posá El Tío Peroles, entre otras.

-A pocas horas de abrirse el plazo de solicitudes se cubrieron las plazas disponibles, ¿donde cree que está el éxito de la actividad?

-La micología cada vez atrae a más gente aunque hasta ahora no ha habido tradición. También cada vez es más habitual que la gente se acerque a los municipios de interior y a zonas rurales. Atendiendo a estas dos cuestiones y teniendo en cuenta que esta actividad recoge conferencias, una excursión micológica guiada por El Serbal en Sierra Nevada, el menú micológico del domingo e incluso un concierto conseguimos redondear un fin de semana festivo y divulgativo que hace que muchos vean a Abla como un lugar ideal de encuentro.

-Con el récord de solicitudes, ¿se han planteado ampliar el número de plazas para la próxima edición?

-Hemos llegado al tope máximo. Aunque el hecho de no poder ampliar las plazas nos deja un mal sabor de boca pensamos que es lo correcto para mantener la calidad y la atención de los participantes. Eso sí hemos pensado, aunque no está cerrado, ampliar otros fines de semana, pero en este sentido animamos a las personas implicadas en turismo rural a emprender este tipo de eventos.

-¿Se ha incorporado alguna novedad al programa de esta edición?

-Hemos renovado los contenidos de las conferencias y los platos del menú micológico que confeccionan Antonio Gázquez y Juan Moreno junto al anfitrión Antonio Herrerías, pero consideramos que la estructura es la correcta porque las jornadas así siguen atrayendo a la gente.

-Este año las lluvias han sido escasas, ¿le preocupa que haya pocas setas para recolectar durante la excursión?

-Va a haber setas, porque ya lo hemos analizado. Hubo un buen comienzo de otoño con las lluvias caídas en el mes de septiembre que hicieron que los hongos se trasformaran aunque es verdad que últimamente ha caído poca agua y ha zonas más secas. Pero la verdad que lo importante de esta actividad no es la recolección en sí, sino que la gente que participa aprenda a saber cómo se recolectan las setas y enseñen a otros para evitar las cuadrillas ilegales que rastrean el monte causando daños en la montilla que es donde se crían las setas.

-Este año conmemoran el 20 Aniversario del Desarrollo Rural Andaluz, ¿qué podría contarnos al respecto?

-La micología es un recurso que no se ha utilizado. El micoturismo, la gastronomía, la industria agroalimentaria... tienen aquí una posibilidad de crear desarrollo y empleo. De hecho, en base al desarrollo también surgieron estas jornadas que ayudan a generar conocimiento e ideas.