-la fiesta de la salvación ha sido importante, pero no ha sido completa.
-Era un partido muy importante, con mucha tensión y conseguimos el empate que nos valía para evitar el descenso directo.
-Fue una batalla épica.
-Un partido durísimo. Empezamos muy bien, dominando y logrando dos ensayos. Luego ellos endurecieron el partido y en el minuto 50 uno de nuestros jugadores entra al trapo y el árbitro lo expulsa. Lo pasamos muy mal a partir de ahí, el jugador era pieza clave en la melé y con barro, se resbala un montón en este tipo de jugadas. Intentamos evitarla y al final salvamos el partido.
-¿Encerrona en Granada?
-Los partidos en Granada siempre son encerronas, no es nada excepcional [risas]. Las condiciones eran muy difíciles, en principio les debía beneficiar a ellos que están más acostumbrados, pero con lluvia y barro en teoría favorecen al equipo que tienen mejores delanteros, como es nuestro caso.
-Primero miramos al futuro, ¿de qué depende la salvación?
-Quedamos en el puesto de promoción ya seguro, aunque falte una jornada. Tenemos que esperar hasta junio a que los equipos de fase de ascenso de Primera Nacional jueguen la final y nos enfrentaremos al perdedor, que creo que estará entre Majadahonda, Hortaleza, Jaén o Málaga. Eso sí, salvo que asciendan Ciencias o CRC desde nuestra categoría, con lo que quedaríamos salvados de manera automática.
-¿Asusta la promoción?
-No, pero sí cansa, ya el año pasado la jugamos y la diferencia de categorías es muy alta. No deberíamos de correr peligro si hacemos las cosas bien, pero eso implica seguir entrenando y que los jugadores mantengan la concentración. Es complicado, son dos meses de parón y en mayo tenemos que realizar una minipretemporada.
-Se les van ahora algunos jugadores...
-Sí, se nos van varios importantes, algunos de los fichajes. Pero este año tenemos una muy buena plantilla, en todo momento lo he dicho. Creo que vamos a cubrir bien esas bajas.
-Miremos al pasado, ¿qué le ha pasado al proyecto del míster australiano Ken Willis?
-Hicimos una apuesta muy importante y no salió bien. No es cuestión de criticarlo, él estuvo durante gran parte de la primera vuelta culpando a los jugadores y son los mismos que han salvado la categoría. Aquí nos queda rugby para rato y hay que aprender para el año que viene.
-¿Y cuando le dijeron que le tocaba con el equipo último y sin haber ganado un partido?
-El primer día que cojo a los jugadores les dije algo que creo que representaba bien cómo veía yo las cosas: "Mirad, a mí no me apetece coger al equipo ahora". Pero entiendo que que a veces no hay que hacer lo que a uno le apetece, sino lo que es necesario para el bien del club.
-¿Qué tiene Pablo?
-No es qué tengo yo, es una cuestión de hacer las cosas bien, poner a los jugadores en su mejor demarcación, tener en cuenta sus opiniones, conocer la categoría para disimular tus debilidades... Tenemos la mejor plantilla de la historia y los malos resultados de la primera vuelta demuestran que no se trabajaba bien.
-Lo mismo si lo coge desde el principio...
-O lo mismo no. Creo que hay que ser ambiciosos, si estuviéramos en la misma situación que el año pasado, haría lo mismo: buscar a alguien de prestigio que pudiera enseñarnos. El problema es que la persona no fue la idónea.
-¿Le quedan ganas para seguir otra temporada?
-Tengo que meditarlo. Sí, en principio... A mí me gusta planificar, las cosas no salen bien o mal porque sí, tenemos que sentarnos a hablar y estudiar las posibilidades.
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