EL ACTA DE VIVANCOS

El objetivo de una temporada

  • Siempre será más interesante un jugador prometedor que haya sido campeón en Segunda que uno de Primera que haya estado gran parte de la temporada en el banquillo

Kaiky, en el último entrenamiento de la semana

Kaiky, en el último entrenamiento de la semana / D.A. (Almería)

Un servidor todavía guarda en el disco duro de su memoria el desarrollo de numerosas pretemporadas. Desde aquellas en las que los torneos veraniegos se equiparaban a un título de la misma temporada o esas en las que a las victorias sólo les faltaba añadir tres puntos imaginarios que no se iban a reflejar en ninguna clasificación, pero que llenaban de moral a cualquier conjunto de cara al inminente comienzo de campaña.

A colación de esa experiencia acumulada de tantos veranos futbolísticos, un buen amigo me comentó el otro día un axioma que se ha cumplido en demasiadas ocasiones, tomando como referencia la pretemporada de la UDA. Me dijo "¿mala pretemporada?, pues buenos augurios para la campaña venidera". Tenía razón, pues a veces otros equipos han disputado grandes partidos veraniegos para luego arrancar la temporada de forma pésima.

Quizá, a la hora de no rendir en los primeros bolos, se le pudiera achacar a la UDA las brutales cargas físicas de las primeras semanas, para luego ir teniendo un mantenimiento durante el curso regular; por el contrario, el hecho de tomarse demasiado en serio un amistoso veraniego, dejando de hacer tarea de pretemporada, hace que la inferior carga física no sea la mejor receta para aguantar la temporada a un nivel óptimo.

Siempre se dijo que a tal o a cual jugador que se incorpora a mitad del año y no rinde, le influye el no haber completado una preparación pertinente durante las semanas clave de julio y agosto.

En el caso de la UDA ya se verá por dónde van los derroteros, pero me cuesta creer que a unos jugadores que ya son de Primera, porque como campeones de Segunda se lo ganaron sobre el campo, se les haya olvidado jugar. Incluso hay varios ejemplos de chicos que por su edad y proyección el debut en la máxima categoría les debe ilusionar sobremanera. Sólo me cabe en la cabeza que en estas semanas Rubi sólo haya pensado en preparar bien a sus jugadores en el plano físico sin tener que darle importancia a los resultados, y que sus pupilos hayan querido pero no hayan podido hacer más de lo demostrado hasta ahora.

Quiero pensar que eso de encajar tantos goles ante equipos de inferior categoría venga precedido de los típicos ajustes del que fue hace dos telediarios el conjunto menos goleado de Segunda. La irregular pretemporada sólo ha servido para poner nerviosa a la afición que ya demanda jugadores de Primera, siendo ese un craso error, pues siempre será más interesante un jugador prometedor de Segunda que ha sido campeón que uno de Primera que haya estado gran parte de la pasada temporada sentado en el banquillo.

Estoy convencido de que los Arnau, Babic, Ramazani y cómo no, Sadiq, serán tan impactantes en su debut como lo fueron en su primer partido en Primera, en un estadio como Riazor, otros jugadores noveles como Bruno, Mané, Negredo o Crusat.

Por cierto, hablando de debutantes en la categoría, lo de Kaiky lleva muy buen camino. Un defensa debe de ser expeditivo como lo es, pero si además es capaz de dar asistencias desde su zona defensiva con el exterior del pie, a lo Modric, pues uno piensa que ese chico va para estrella. Visionad por favor en el canal del club los primeros cinco minutos ante el Cartagena. Merece la pena.

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