fútbol Promoción de ascenso a Segunda B (1ª eliminatoria)

Una plantilla hecha para subir

  • El Villarrubia, primer escollo del filial, lleva cuatro años siendo candidato

Jugadores villarrubieros celebrando un gol esta temporada.

Jugadores villarrubieros celebrando un gol esta temporada. / @jandresplp photography

La UD Almería B ya se ha puesto manos a la obra para preparar a conciencia una primera eliminatoria en su camino hacia la categoría de bronce que se presenta como muy complicada. Los rojiblancos, que jugarán la ida en tierras manchegas, seguramente el sábado a las 19:30 horas, al celebrarse la Romería de la Virgen de la Sierra de Villarrubia el domingo, tendrán que adaptarse al césped artificial del feudo de un oponente que llega a esta promoción muy enchufado y motivado tras haber logrado el pase al play off en la última jornada de la competición en el Grupo XVIII.

Ser de la categoría de bronce es un sueño que persigue desde hace cuatro años la directiva del Formac Villarrubia. Mucho esfuerzo y mucho dinero se han ido por la borda en tantos intentos por jugar un play off de ascenso, pero por unos motivos u otros, la cosa nunca ha cuajado en su historia. Este año, empezó la cosa nada más que regular para los ciudarealeños, pero la llegada de Manolo Alfaro allá por el mes de diciembre al banquillo, puso la tranquilidad, la estabilidad y la cordura que este club humilde necesitaba para cumplir su reto de meterse en la batalla por dar el salto a la Segunda B.

El técnico madrileño llegó cuando el equipo había cerrado como noveno clasificado una primera vuelta muy irregular, pero el Villarrubia encontró esa regularidad, fue de menos a más gracias a la implicación del vestuario en el objetivo y demostró su verdadero potencial. El cuadro manchego, que ha sido candidato a lo máximo en las últimas campañas, en las que su directiva ha apostado fuerte por estar arriba, con una plantilla destacable gracias a su presupuesto, destaca por su competitividad y entrega. Durante el segundo tramo de la competición, que ha sido fantástico en lineas generales para el Villarrubia, los de Alfaro se han mostrado como un conjunto con mucha verticalidad, que deja jugar al rival y que se aprovecha del más mínimo fallo de su oponente para sorprender a la contra. Arriba tiene pólvora con el delantero centro Rubén Moreno (21 goles) y Paco Tomás (12), que llegó en el mercado invernal y es otra de sus referencias en un ataque muy bien acompañado por banda izquierda con Pituli, un auténtico incordio para los laterales. Junto a ellos, el mediocentro Seoane es otro de los grandes pilares de un equipo cuya mayor debilidad es la falta de eficacia. Genera mucho pero falla en la precisión.

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