El Coronel Laborie, Jefe de Estudios de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra, actuó el martes como ponente en el curso de verano sobre seguridad en la orilla sur del Mediterráneo. Allí señaló que el radicalismo islámico, el tráfico ilícito y el crimen organizado están tan profundamente imbricados en el Sahel que es difícil saber "dónde acaba uno y empieza otro". En su lucha, dijo, está siendo fundamental la presión que ejercen los países occidentales y el papel desempeñado por Marruecos, que está sirviendo de último freno al yihadismo. Además, puso el acento en que el reino alahuita está actuando como filtro a las rutas de traficantes de seres humanos o de la droga, que tendrían el campo mucho más libre si no fuera por la acción de la policía y el ejército marroquíes. Y ha insistido en la idea de que la seguridad no puede entenderse solo desde un punto de vista militar o policial, sino en la conjunción de las llamadas tres des: defensa, diplomacia y desarrollo.