El director del Área de Seguridad de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Sergio Gamón, presentó ayer su dimisión al consejero Francisco Granados y aduciendo que quiere preservar su intimidad y desvincular su vida personal de su actividad profesional.

Fuentes de la Comunidad confirmaron ese dato a Europa Press y apuntaron que Granados se lo comunicó a la presidenta regional, Esperanza Aguirre.

Previsiblemente, el Consejo de Gobierno aceptará hoy la renuncia de Gamón, que figura como imputado por un presunto delito de malversación de fondos públicos ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid, encargado del presunto caso de espionaje a políticos madrileños.

Otras fuentes oficiales dijeron que Gamón envió una carta a Granados en la que le plantea su dimisión y le explica los motivos.

La explicación que dan estas fuentes de la decisión de Gamón es que hasta ahora se había mostrado dispuesto a asumir su presencia en los medios de comunicación en el marco del caso del presunto espionaje, pero no cuando su nombre ha tenido otras repercusiones de carácter más personal.

Es una alusión a la aparición de la ex esposa de Gamón Yolanda Laviana, que el lunes concedió una entrevista al diario El País en la que afirmaba que el ex director general investigaba desde hacía años al que fue consejero de Justicia Alfredo Prada.

Laviana y Gamón se separaron el año pasado y mantienen un contencioso judicial privado.

Yolanda Laviana fue secretaria de Esperanza Aguirre cuando fue presidenta del Senado y ocupó el mismo cargo con su sucesor en la Cámara Alta, Juan José Lucas, antes de pasar a tener la misma responsabilidad con el presidente de Telemadrid, Manuel Soriano.

Sin embargo, Laviana dejó ayer ese puesto de confianza con la excusa de que "ha finalizado su contrato", según fuentes de la cadena.

La portavoz socialista en la Asamblea, Maru Menéndez, afirmó que la dimisión de Gamón y la rescisión del contrato de su ex mujer "demuestran que hubo espionaje político" y que Aguirre "debe asumir sus responsabilidades políticas" en vez de reducirlo a un "lío familiar".

Menéndez insistió en que el espionaje político se ha realizado con cargo a fondos públicos, y ha sido llevado a cabo por trabajadores públicos de la Comunidad de Madrid.

Mientras, el portavoz de IU en la Asamblea de Madrid y coordinador general de IU-CM, Gregorio Gordo, criticó que Aguirre quiera presentar como "un culebrón venezolano" y vender como "un problema de pareja" la dimisión del director del Área de Seguridad de la Consejería de Presidencia, cuando lo que hay es un "problema de fondo en el PP".

"Deberían empezar a pensar que no pueden estar riéndose de todos los madrileños", destacó Gordo, que opinó que las argumentaciones -desvincular la vida personal de la profesional- son "injustificables".