Apenas unos minutos pasaban de las 21:00 horas y los abanicos se movían al son de la música para combatir el calor, que ni de noche deja de hacerse notar. El sonido lo ponía la Banda Municipal de Música, dirigida por la batuta de Juan José Navarro, que, como cada año, dio su tradicional concierto de Feria.

La actuación era en el patio de la Escuela de Artes, donde un buen número de almerienses, que disfrutaban de sus fiestas grandes, se dieron cita. La gran cantidad de personas, de todas las edades, que acudió a oír a su agrupación musical hizo que hubiera que colocar algunos bancos improvisados a última hora. Ni con esas entraron en el patio de la Escuela todos los asistentes, que se arremolinaban junto a la puerta de entrada.

El concierto se dividió en dos partes. La primera de ellas fue sólo música instrumental, con algunas intervenciones de solistas de saxofón o trompeta. La noche se abrió con el pasodoble Luna de España, que auguraba una bonita actuación. A continuación le siguieron otros tres temas: Macarena, donde brilló la trompeta de Manuel Guillén, Pequeña Czarda, con el excelente sonido del saxofón de David Sánchez, y Porgy and Bess, que cerró esta primera parte.

Después de un breve descanso, los músicos volvieron a sus atriles, esta vez acompañados por las jóvenes voces líricas del tenor Juan de Dios Mateos y la soprano Celia García. La nota principal la puso la introducción de La Gran Vía. Seis canciones más tarde, para cerrar el acto, sonó La del manojo de rosas, un dúo de Ascensión y Joaquín.