-¿Cómo se presenta este año la Feria?

-La Feria es muy importante para la ciudad y para toda la provincia y más si tenemos en cuenta la situación de incertidumbre y de crisis que vivimos. Es una buena manera de romper esos hábitos y de abrirse un poco, soltar amarras, y coger fortaleza para un año difícil.

-¿Cómo la disfruta usted?

-Yo suelo vivirla de forma intensa. Voy a los toros y vengo al recinto ferial un par de noches. Ahora aprovecho para disfrutarla con mis hijas y mis nietos.

-¿Nota diferencias con la Feria en su juventud?

-Sí, los años (risas). Cuando era joven la vivía con mucha intensidad y ahora lo hacemos con más pausa y tranquilidad. Ahora, con mi edad, nos puede más el calor, hay más requerimientos y preocupaciones, y se disfruta de otra manera. Cada uno en nuestra época la hemos vivido de forma similar.

-Se nota la crisis en el consumo en la Feria como en la compra de coches.

-Así es. Llevamos ya varios años y no hay cuerpo que lo aguante. Pero en los últimos tiempos estoy notando una alegría adicional por el cansancio de la gente de la crisis y se van soltando poco. Ya empezamos a ver algunas luces y tenemos que resolverlo entre todos. El ánimo y la ilusión están empezando a hacer acto de presencia y eso es muy positivo. Vamos a salir de esta crisis, estoy convencido. No volveremos a los consumos de antes, pero sí avanzaremos, que es lo importante, porque se están creando más empresas y están apareciendo muchos autónomos.

-¿Qué mensaje le gustaría transmitirles a los almerienses para estos días de fiesta que quedan?

-Que salgan, que disfruten, y que vivan estos días con alegría. Tenemos un invierno muy largo por delante y no es fácil, entiendo y ojalá me equivoqué, y por eso hay que vivir estos días con la familia y los amigos y romper los esquemas. Tenemos que dejar aparcadas las malas noticias por un pequeño lapsus de tiempo.