El Concurso de Gastronomía alcanza su mayoría de edad con importantes novedades. En la XVIII edición de esta ya tradicional actividad los fogones cambian su escenario habitual, la Plaza de la Catedral, por un nuevo 'hogar', la Caseta Municipal del Recinto Ferial. Entre los días 20 y 22 los concursantes combatirán a golpe de 'rasera' por premios de 300 euros y dos áccesit de 100, pero en esta ocasión los platos 'de toda la vida' dejarán hueco a la cocina moderna.

Probablemente en busca de nuevos talentos, el concurso se abre a menús gourmet en el tercer día del concurso. Montaditos de bacalao con huevos de codorniz, migas con espuma de tomate y recetas de elaboración libre con las que sorprender a los miembros del jurado son las propuestas que se han incluido este año en las bases oficiales del certamen publicadas en la página web del Ayuntamiento (www.aytoalmeria.es).

La tradición tampoco faltará, y así el primer día los cocineros tendrán que elaborar un arroz con pulpo propio de los pueblos pesqueros del litoral almeriense y el segundo cambiarán de tercio para derretir los paladares de quienes puntúan con una fritada de verduras elaborada con materias primas de la 'Huerta de Europa'.

El concurso nació con la intención de poner en valor la riqueza de la gastronomía almeriense y de dar a conocer algunos de los platos de las abuelas a los más jóvenes y a los visitantes. Cada año convoca a una veintena de cocineros, muchos 'repetidores' incansables que ostentan un 'medallero' digno de cualquier olimpiada gastronómica que se precie.

El Ayuntamiento de Almería, organizador del evento, cuenta como siempre con la colaboración del centro comercial Carrefour, que aporta cheques de 30 euros por persona y día para los ingredientes con los que elaborar las recetas, así como con la ayuda de la empresa hortofrutícola Agrupalmería.

El próximo lunes dará comienzo el concurso. Desde las 12:00 horas seis concursantes deberán dar forma a sus platos y tenerlos a punto para la deliberación del jurado, que se produce a las 15:00 horas. Los miembros del equipo pertenecen a sectores diferentes pero con un nexo común, la gastronomía.

Además de tener en cuenta el resultado final de la receta, el jurado observa con detalle cada paso de la elaboración para tener en cuenta la limpieza, destreza y manejo de las materias primas. Una vez en la mesa, puntúan en función del sabor, como no podía ser de otra manera, y de la presentación.

Este último aspecto cobrará más relevancia en esta edición, con la incorporación de los platos gourmet, un tipo de gastronomía que se come 'por los ojos' y en la que la creatividad y el colorido son sus señas de identidad, junto con la utilización de técnicas innovadoras o materiales de cuarta y quinta gama como las mermeladas de vegetales, por ejemplo.

La cuenta atrás ya ha empezado. Los cocineros preparan sus delantales para dar la batalla.