Cientos de niños aparecen cada noche en el recinto ferial luciendo sus mejores trajes tradicionales. Las niñas optan por vestidos de gitana de vivos colores, conjuntadas con collares, pulseras y pendientes y, por supuesto, sin que falte su flor a juego.
Por número, destacan ellas, ya que es más común encontrarse a madres e hijas vestidas de gitana que padres e hijos. No obstante, cuando ellos quieren ir guapos, también lo consiguen.
Los trajes más usados por los mini-barones son las camisas rojas de gitanillo con lunares, acompañados, muchas veces, por una boina y un sombrero a juego y, en muchas ocasiones, con una rosa roja que denota la pasión de feria.
El fajín rojo también es muy usado por el pequeño sexo masculino, guapísimos con camisa blanca y pantalón negro o gris.
Desde muchos años, las niñas, -las más coquetas- esperan los días de feria para mostrar por la calle los vestidos y zapatos de tacón que sus padres tienen guardados en un rincón especial de sus armarios .
Éstos, por otra parte, dedican también gran parte de su tiempo a poner guapísimos a sus hijos, ya que estos trajes y zapatos son difíciles de poner. No por ser de "talla XXS" deben de ser de elaboración menos minuciosa.
Los complementos también añaden la guinda a la vestimenta tradicional de cada noche: las flores son las preferidas, y tras esto, los collares y pulseras a juego.
Lo que más temen los padres de todo este trabajo para poner a sus congéneres de punta en blanco para disfrutar de la fiesta como Dios manda, es que, tras atracción y atracción y, aunque sean perfectos modelos, siguen siendo niños que les encanta corretear, ir de un lado a otro arrastrados por la emoción de las fiestas de la tierra.
Aún así, ahora es el momento para ver esta pasarela en miniatura.
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