Hay que remontarse a más de 70 años atrás para ver espectáculos como los que va a ofrecer hoy Vaudeville Negro en el Círculo Cultural a las 20:30 horas. Nicolás Cubelli y Matt Ledding son los protagonistas de Todo encaja y explican, entre otras cosas, los detalles de la obra.

-¿Cómo surgió la compañía?

-Nació por un rumor. Algunos compañeros empezaron a comentar que nos habíamos juntado para hacer un espectáculo, porque hicimos un improvisación juntos en un show benéfico unos días antes. Luego no nos volvimos a ver y el rumor seguía, desconociéndolo nosotros totalmente, hasta que por cuestión del azar nos encontramos de nuevo después de un año y decidimos llevarlo a cabo.

-¿Qué quiere decir 'Todo encaja'?

-Que todo encaja o creemos que encaja.

-¿Qué es lo que ofrecéis?

-Pasar una hora divertida, lograr que uno se olvide de su vida diaria y conseguir que la gente se vaya al final del espectáculo bailando.

-¿Habéis estado alguna vez en el Festival?

-No hemos estado, pero teníamos muchas ganas de venir dado que es un Festival con mucha tradición y con un gran nivel.

-¿Cómo es la simbiosis entre un español y un canadiense?

-Tenemos en común estudios teatrales con profesores británicos. Cubelli en Londrés, y yo con Henry Woolf en el Universidad de Saskatchewan. Luego, las diferencias en nuestras especializaciones y mimo por parte de Nicolás, y circo por mi parte hace que resulten muy interesantes para el espectáculo.

-¿Qué números aparecen?

-El circo, el mimo, la magia, la interacción…

-¿De qué trata el espectáculo?

-Es una combinación de sketches visuales que contiene una pizca de locura y encajados con humor. Está basado en la estructura de Vaudeville, teatro americano de los años 30. El vaudeville es de donde surgieron Charlot, Buster Keaton, los Hermanos Marx, Woody Allen... Es una máquina del tiempo adaptada a nuestros días.

-¿Cómo surgió la idea?

-Alguien ha dicho que hoy en día no hay nada original. Esta es nuestra respuesta al cortar y pegar... reinventando el pasado con el ritmo de hoy, mostrando que con números considerados clásicos, sigue habiendo espacio para innovar. No es un remake de algo hecho. Es un exploración seria de las raíces de la comedia, con el objetivo de realizar un espectáculo divertido por y para el público.

-Os habéis basado en el teatro de los años 30.

-Esta época era muy interesante. Era el fin del espectáculo en vivo en una era de crisis, de depresión, cuando el humor era muy importante. Es un estilo con el que nos sentimos muy identificados, por espectáculos anteriores y por afición a este género. El teatro de calle es democrático, la gente puede patalear si no le gusta.

-¿Qué es lo que ofrece el gesto que no transmita la palabra?

-Es una traducción literal de lo hablado. Ambas son formas de comunicación. La diferencia radica en el conocimiento y uso del mismo. El silencio como instrumento comunicativo es bonito escucharlo, pero resulta infinitamente más atractivo interpretarlo. El lenguaje gestual transmite emoción en una forma mucho más clara que la palabra. Es íntimo y, a su vez, universal, aunque no todos los gestos tienen el mismo significado en todas las culturas.