La agricultura 'bío' almeriense pisa fuerte para venderse en el mundo

La agricultura almeriense no es solo producir a manta y vender. Hay empresas que empiezan a despertar del letargo de años y años cultivando tomates, pimientos y pepinos, llevándolos a la subasta esperando que el precio fuese lo suficientemente razonable como para rentabilizar las inversiones, pagar préstamos de campaña, los sueldos de los trabajadores y lograr un pellizco para el agricultor.

Uno de esos valientes emprendedores es Francisco Belmonte, mayor de cuatro hermanos, que después de presidir Costa de Níjar durante una docena de años, decidió lanzarse a montar un negocio basado en el cultivo ecológico, con una especialización muy concreta: el tomate en rama 'bío'.

"Llevamos algo más de tres años y hemos apostado por un nicho de mercado, como es la agricultura ecológica, en un producto cuyo cultivo tiene un grado importante de dificultad, por lo que muchos que empiezan con ello lo dejan", explica Belmonte.

Su empresa, BioSabor, de la que es presidente, ha viajado hasta Berlín para mantener reuniones con los clientes en el marco de Fruit Logistica, lo que supone un notable ahorro en costes de viajes y supone un valor añadido al contactar de forma personal con cada uno de ellos. "Es un buen momento para repasar la actualidad del sector porque la campaña está al 50%, a punto de empezar la de primavera".

Francisco Belmonte valora la campaña actual como "razonable", al estar dando resultados buenos en tomate, aunque el pepino "está más flojo". Su producción ecológica anual ronda las 10.000 toneladas, aunque este año ha incrementado cerca de un 30% las líneas convencionales de producción, esto es, no ecológicas, porque el tomate en rama tiene un precio de mercado razonablemente alto como para que no compense el trabajo y el riesgo de cultivarlo en 'bío'.

El proceso de reconversión que ha emprendido Biosabor con fincas de cultivo convencional para transformarlas a ecológico ha sido espectacular y en solo tres campañas ya han facturado ocho millones de euros, cifra con la que cerró 2010. "Este año nuestras previsiones son alcanzar una facturación de diez o doce millones de euros, un 30% más".¡

Para ello, junto a sus tres hermanos, Francisco Belmonte cuenta con una plantilla de 200 personas. Uno de los valores añadidos de su producto radica en envasar el tomate en rama directamente en la finca, tarea que realizan con el buen tiempo, en paquetes de medio kilo, con un tallo más fresco, que se diferencia del resto de competidores.

"El cliente de 'bío' es muy fiel, pero no crece, de momento, se ha estabilizado, con lo que hay que dejar un pequeño margen a la agricultura convencional", apunta Belmonte, que destaca que cada año realizan nuevas inversiones en modernizar las instalaciones para mejorar la productividad y rentabilidad.