El campo almeriense afronta 2026 con unidad y determinación: "Nos jugamos la hortaliza más consumida: el tomate”

Acaba 2025 y los propósitos del nuevo año ya están encima de la mesa. También los tiene el campo almeriense en su totalidad, que sabe que por delante tiene una segunda parte de la campaña importantísima para afrontar un futuro, que ahora mismo se presenta con incertidumbre.

Dudas técnicas, como son los grandes desafíos que se presentan con plagas tan duras de roer como el parvispinus o el rugoso; dudas también burocráticas, con una propuesta de PAC que no convence a nadie en España y con el etiquetado tramposo, que contó con el beneplácito de algunos europarlamentarios europeos, que pone en una posición de clara desventaja al tomate almeriense frente a Marruecos. Por ello, para dejar claro las líneas maestras que va a seguir la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería, en la mañana de este pasado miércoles Juan Antonio González y Juan Miguel Fernández atendieron a los medios de comunicación.

“Queremos mirar juntos hacia los retos que nos esperan el próximo año, que nos exigen determinación y unidad. La lucha contra el thrips parvispinus será uno de los grandes desafíos técnicos y, en el paralelo, debemos seguir avanzando en el tema de un paro biológico, consolidando estrategias que refuercen la producción sostenible y competitiva. También afrontamos la competencia creciente del tomate de Marruecos, que nos obliga a redoblar esfuerzos de innovación, calidad y diferenciación”, apuntaba González, presidente, que se mostraba tajante a la hora de pedir una defensa “con claridad y firmeza” sobre origen europeo de nuestros productos frente a terceros países: “Queremos garantizar que el consumidor reconozca y valore la excelencia que nace en nuestros invernaderos”.

Ante un nutrido grupo de periodistas, Luis Miguel Fernández iba a tocar dos de los temas más peliagudos del momento, como son la PAC y el acuerdo de la UE con Marruecos. En primer momento, el gerente mostró la opinión de Coexphal sobre la propuesta del Marco Financiero Plurianual de las instituciones europeas. “La propuesta de la Comisión no nos gusta nada, afecta mucho a nuestra agricultura. Por un lado, nos dice que va a haber una rebaja de aproximadamente el 22% para el presupuesto de agricultura en Europa. Y por otro, propone que haya una bolsa individual para cada país miembro, donde cada uno decide en qué se va a gastar ese dinero. Eso nos parece muy mala noticia, porque entonces dejamos de tener una política agraria en común”, critican los productores almerienses.

Desde su perspectiva, esto posibilitaría que en el sector de las frutas y vegetalizas hubiese países donde, por ejemplo, sus programas operativos estuviesen subvencionados al 50%, como hasta ahora, pero otros pueden estar al 60% o el 70%. “Esto conllevaría una desventaja competitiva entre los propios países miembros de la Unión Europea. Es muy importante que nuestros europarlamentarios lo entiendan y exijan, como ha hecho Carmen Crespo”, asegura pidiendo que ni se negocie, sino que directamente se bloqueé como hay voces que exigen.

Etiquetado tramposo

Tras analizar el primero, el segundo de los temas complicados que tiene que afrontar el agro almeriense: el etiquetado tramposo por parte de Marruecos. “Sabéis que el tomate es un tema muy importante para nosotros. Hemos perdido una primera batalla por un voto”, y se va a permitir el etiquetado como marroquí de tomate producido en el Sáhara: “Pero a principios de año va a haber una segunda votación sobre este nuevo acuerdo y ahí nosotros queremos seguir haciendo presión. Mañana [por hoy] hay una movilización en Bruselas de todas las naciones agrarias españolas, nacionales y algunas internacionales. Y es importante que nuestros europarlamentarios entiendan que nos estamos jugando el producto, la hortaliza más importante, la que más se consume, la hortaliza estrella del campo almeriense nos la estamos jugando en este principio de año”.

Ante ello, la unidad de acción de las distintas asociaciones es fundamental como medida para ejercer presión. “está participando activamente en todas las asociaciones nacionales y federaciones internacionales. “Estamos coordinando nuestro trabajo con Fepex, con las cooperativas agroalimentarias, Copa-Cogeca, Areflh, Ecofel... Ha habido por primera vez en la historia una comunicación sobre la repercusión de la votación del tomate y un argumentario en común sobre esto. Creo que éste es el camino, estamos todos de acuerdo en lo que está pasando y lo único es que tenemos que coordinar las diferentes organizaciones para que el mensaje sea más potente y que mejore a los gobiernos parlamentarios”, reconocía Luis Miguel Fernández en la Sala de Asambleas.

Finalmente, el tercer gran punto sobre la mesa fue la hiperregulación que existe en el sector primario, que provoca el rechazo de muchos jóvenes agricultores. Precisamente para favorecer el relevo generacional, desde Coexphal se pide que agilice esa burocracia, que la fiscalidad no aburra tanto al joven empresario que trata de proseguir con la negocio familiar, como a la empresa consolidada que exporta miles de kilos y que es fundamental en el engranaje económico de la provincia.

“Estamos preocupados porque vemos que exista una presión fiscal hacia las empresas de hortofrutícolas de la provincia Almería. Sentimos que muchas de nuestras empresas se están viendo acosadas, entre comillas, por estas inspecciones, con unos argumentos y unos cálculos en cuanto a una estructura de costes que creemos que no son reales. Estamos trabajando para que nuestra agricultura, que es competitiva y sobrevive sin depender de las subvenciones, no tenga esa asfixiante presión fiscal por parte de la Agencia Tributaria”, finalizaba Fernández antes de comenzar la visita al innovador CIT COEX.