Déficit hídrico

Un "no" fuerte y rotundo del levante español al recorte del trasvase Tajo-Segura

Un momento de la concentración de los regantes a las puertas del Ministerio.

Un momento de la concentración de los regantes a las puertas del Ministerio. / Efe

Hacía frío en Madrid, el cielo estaba encapotado, amenazaba lluvia. Esa lluvia que hace falta en Almería y en todo el levante español, deseada y cada día más escasa. Pero no llega, el tiempo invernal (ideal para muchos por su eterna templanza) es un enemigo para el campo. El agua brilla por su ausencia en unas comarcas que tirando de dichos populares, están con el agua al cuello.

Por factores naturales, parece meridianamente claro que la sequía de Almería, Murcia y Alicante no se va a solucionar. Frente a ello, los regantes subsisten como pueden con la ya de por sí pequeña pero importante, aportación de agua trasvasada desde el Tajo al Segura. Sin embargo, el trasvase puede tener sus días contados ante la decisión de aumentar el caudal ecológico del Tajo, si el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático no echa marcha atrás. Para mostrar la asfixia hídrica que padecen los regantes almerienses, murcianos y valencianos, ayer se desplazaron hasta Madrid miles de ellos y lanzaron proclamas clarividentes: ‘En el Levante sin agua, desierto y paro’, ‘Levante sin agua muere’, ‘Más desalación, igual a menos sumideros de CO2’ o ‘Si recortan el trasvase, recortan el futuro de Alicante, Murcia y Almería’.

Unos 11.000 manifestantes según los organizadores -7.000 de acuerdo a los datos definitivos de la Delegación del Gobierno- pidieron al Ejecutivo que reconsidere su decisión. Junto a regantes, agricultores y productores, hubo asociaciones (Coexphal por parte almeriense), por supuesto la Mesa del Agua de Almería, y diferentes personalidades políticas destacadas, como las consejeras andaluza y valenciana Carmen Crespo e Isaura Navarra, o el presidente y el consejero de la Región de Murcia, Fernando López Miras y Antonio Luengo, respectivamente. Igualmente, cargos del PP y de VOX de Almería se sumaron a la concentración y acudieron a la madrileña Plaza San Juan de la Cruz.

Carmen Crespo, consejera andaluza, entre el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el consejero Antonio Luengo. Carmen Crespo, consejera andaluza, entre el presidente de la Región de Murcia,  Fernando López Miras, y el consejero Antonio Luengo.

Carmen Crespo, consejera andaluza, entre el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y el consejero Antonio Luengo.

Pero ayer la voz que más se escuchaba era la de los afectados por el recorte, si el Consejo de Estado no lo remedia. El presidente del Sindicato de Regantes Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, pidió a la titular de este ministerio, Teresa Ribera, que abandone su “actitud radical” y su “planificación hidrológica”, que ha tachado de “totalmente política”.

Para el director de Fepex, José María Pozancos, si se recorta la disponibilidad de agua en el arco mediterráneo “el volumen de frutas y hortalizas producidas en España se reducirá y los ciudadanos no podrán acceder a una dieta saludable asequible”.

Entre los manifestantes, un mensaje y un temor compartido, que el Levante se convierta en un desierto. Francisco Collado, de Antas, fue tajante al asegurar que no quiere que su hijo tenga que emigrar como tuvieron que hacer su padre y sus tíos cuando la provincia era un “desierto”; “llevo 40 años sin parar de trabajar en mis invernaderos y hemos llegado a ser la despensa de hortalizas de Europa, si Ribera no sabe gobernar, que se vaya”.

Y Patricio Chuquín, ecuatoriano que lleva en Almería 17 años, comentó junto a sus compañeros de la firma Hermanos Chumbos (Pulpí) que no han tenido más remedio que reducir las horas de trabajo por falta de agua: “Desde hace unos meses trabajamos al día entre tres y cinco horas en vez de ocho, vivimos con lo justo”.

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