Desde las compañías aseguradoras se mira con preocupación la situación de la Seguridad Social. La cotización de la empresa y del empleado a la Seguridad Social no es sólo para la asistencia sanitaria, es también para una futura jubilación y para las posibles coberturas de desempleo. "Lo que sí está claro", en opinión de José Tara, "es que este país tiene que hacer un ejercicio de reflexión: no tiene ningún sentido que lo público no aproveche lo privado y lo privado no dé todo lo posible a lo público". ¿Qué quiere decir esto? Para el delegado provincial de Asisa "el pago debe estar unificado y cualquier persona por ser trabajador tiene que cotizar y tener derecho a una pensión y a una asistencia sanitaria universal; ahora bien, cualquier Gobierno, cualquier Estado, tiene la obligación de encontrar al dinero de las cotizaciones la máxima eficiencia, que no se pierda un euro. Si se consiguen convenios de colaboración con clínicas privadas, adelante, porque lo que vamos a evitar son listas de espera y costes mayores, seguramente habrá que racionalizar y no podremos tener macro-hospitales en un sólo lugar mientras no tengamos servicios alternativos en comarcas que están creciendo mucho".

La preocupación se debe a la incertidumbre de que nadie sabe bien qué se va a hacer, ni cómo se va a hacer, porque aquí lo que se oye son recortes y los recortes son lineales, es decir, señala José Tara "si se quita un 10%, se le quita a todo el mundo, da igual que funcione o que no funcione".