Naturaleza

El Molino Clasijazz y los Museos de Terque celebran un día en torno a las golondrinas

  • El sábado se hará una conferencia, habrá una exposición y se hará un taller de nidos de golondrinas en el entorno de este enclave rural

Tarjeta postal de 1904.

Tarjeta postal de 1904.

El Molino Clasijazz Rural y los Museos de Terque esperan a las golondrinas y a los interesados por estos pájaros este próximo sábado, 13 de Abril. Dentro de las actividades que realizan de forma conjunta, se ha preparado una jornada dedicada a las estos pájaros viajeros que forman parte de la vida de muchos pueblos y ciudades.

Se comenzará con una conferencia sobre la vida de estos pájaros y las tradiciones y costumbres que han rodeado su relación con los hombres. Se acompañará de una pequeña exposición, y por último de un taller donde se realizarán nidos de golondrinas, para que puedan ser colocados y darles cobijo, ante su inminente llegada. También se moldearán las decorativas golondrinas de pared. Está pensada la actividad para todos los públicos y es gratuita.

La actividad al aire libre comenzará a las 11 horas y la realizarán Lourdes López y Alejandro Buendía de los Museos de Terque. Como siempre la actividad del Molino se terminará con un concierto de música este sábado actuarán Jan and María. También los interesados pueden disfrutar de las ricas tapas del Molino. Parece ser que cuando acabo el Diluvio Universal, a las golondrinas no les importo seguir viviendo en el Arca de Noé. Las golondrinas tan libres, tan viajeras, tan rápidas e inquietas, decidieron compartir sus nidos cerca de las casas e incluso dentro de las habitaciones de los hombres. Teniendo el cielo, los árboles, el campo, nos eligieron, nos dieron su compañía y su confianza.

Ellas se dedicaron a librar a los humanos de los insectos y dejaron los granos de los campos para consumo de las personas. A esta amistad, los hombres han respondido con una acogida de veneración, de protección y casi de superstición. Junto a las golondrinas también acompañan sus parientes los aviones y vencejos. Golondrinas de ventana y chimenea, así se les llamaba por su afición a las casas.

En la conferencia se contarán gran número de leyendas y costumbres. La llegada de las golondrinas y sus gritos, anunciaban el buen tiempo, la esperada primavera. “En siglos anteriores los jardineros valencianos holgaban el día que veían posarse en el alero de sus ventanas la primera golondrina y los aldeanos de las márgenes del Duero, en Portugal, destapaban una botella del mejor vino de sus bodegas cuando veían surcar por el espacio la primera golondrina, en señal de alegría”, se cuenta en La Correspondencia de España en 1897.

“En el Monte Calvario las golondrinas le quitaron a Cristo dos mil espinas.” “Las golondrinas son aves queridas del cielo, y el pueblo las tiene en alta estima. Destruir los nidos de golondrinas, es pecado. El pueblo las enlaza a la cruenta escena del Calvario, haciendo que a la muerte de Cristo, vayan ellas a arrancar las espinas que traspasaban la frente del Crucificado. En los extremos de la cola tiene dos plumas más largas que las demás: son dos de las espinas que arrancaron al Señor, y que éste, en agradecimiento, hizo que las conservaran para eterna memoria de su piadosa acción” se cuenta en La América en 1883.

También con consideradas Aves de la fortuna. “En el campo se le considera como talismán viviente de la casa que adopta. En Saboya el labrador ve en ella una especie de Sibila que le profetiza las prosperidades y los contratiempos del año. Así es que además del buen o mal tiempo cuya proximidad conocen por su modo de volar, cuando al marcharse vuela tres veces alrededor de la casa que abandona, suponen que lleva luto por alguno de los habitantes de ella que deberá morir antes del regreso de la golondrina: si al volver hace su nido hacia el lado del granero, anuncia una cosecha abundante y magnifica”, cuenta La Ilustración en 1852.

“Según la creencia de los tiroleses, su presencia hace rico a un pueblo, y su ausencia le hace pobre; donde anidan no ocurre desgracia alguna, no caen exhalaciones, y la casa es bendecida por Dios, pero el que mata una golondrina o destruye algún nido, sufre algún gran pesar… esta es la causa de que aunque con sus nidos ensucian la casa y molestan, se hallan completamente seguras, y hay gente en el Tirol que deja día y noche abiertas las ventanas de su casa para no impedir la entrada de estas aves que tren la fortuna.

En el valle inferior del Inn suponen también que cuando una golondrina abandona una casa durante el verano, en la misma casa muere al poco tiempo alguien.

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