La VII Muestra de Teatro Aficionado Ciudad de Almería, organizada por la Federación Almeriense de Teatro Aficionado y donde colabora la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería concluyó el domingo por la noche con la representación de la obra Joel a cargo del grupo Proscenio y la entrega de una serie de distinciones a los grupos participantes, así como a la concejalía de Cultura por su apoyo y a los técnicos del Teatro Apolo por su trabajo.
La obra Joel narraba la historia de un joven que quiere suicidarse. Pero esa noche, cuando se va a dormir, algo fuera de lo normal ocurre. Sus miedos más intrínsecos se manifiestan bajo apariencia antropomórfica para atosigarle o más bien, convencerle de que no haga ninguna tontería.
En el reparto estuvieron Jaime Ramírez, Nadia El Kastawi Avilés, Andrés Ramírez, Belén Molina, Ramiro Cachafeiro Danza y Alberto del Árbol.
Tras la obra, se entregaron una serie de distinciones a los cuatro grupos que participaron en la Muestra, así como a la concejalía de Cultura por su apoyo al Teatro Aficionado y a los técnicos del Teatro Apolo. También recibió una distinción Mariano Sopedra y Ramón Pachón, por los muchos años de dedicación a este arte.
Recordar a modo de balance que la Muestra se abrió el viernes con las obras El Dragoncillo, farsa cómica ideada por Calderón de la Barca en la que el enredo y la picardía popular fueron el centro de toda la trama y Sancho Panza en la Ínsula, escenificación de algunos capítulos del Quijote con la que Alejandro Casona quiso acercar esta obra al pueblo a través de los juicios de Sancho Panza, ambas realizadas por el grupo Almeraya.
El sábado, la compañía Taratachín Teatro representó el musical Bella y Bestia son. Llegaban desde Gádor y mostraron una obra muy cuidada con una gran escenografía y puesta en escena.
El domingo por la mañana el grupo Abba representaba la obra La Casita de Chocolate. La obra contaba como Anselmito y Gracianita se pierden en el bosque, jugando. Cansados y hambrientos, encuentran muy contentos una casita maravillosa, hecha de dulces. Pero una ambigua bruja, que vive en ella, quiere encantarlos y convertirlos en sus criados. Sólo su mayor ingenio, y su bondad, podrán salvarlos.
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