Casi dos horas de concierto, de locura. El Teatro Apolo abarrotado, y enloquecido. Diecisiete canciones con un sonido rompedor. Incluso se atrevieron a capella, con la canción 'El Tren'.

Sonaron los temas de su tercer disco, principalmente, pero también de sus otros dos trabajos discográficos. Era evidente que estaban ante un público que conocía perfectamente al grupo.

Un concierto muy cercano en el que artista y público conectaron desde el principio. La apuesta por el Teatro Apolo está resultando todo un éxito. Las entradas agotadas para Russian Red, agotadas el viernes con La Sonrisa de Julia, y muy avanzadas para el resto de los programados en este emblemático espacio escénico.

La política del Área de Cultura es seguir apostando por convertir el Apolo en una sala de conciertos, no solo de estilos 'relajados', sino también seguir llenándolo de pop o música alternativa. Se pretende acercar al público joven a este histórico recinto, y para ello la política de precios es muy atractiva (La sonrisa de Julia, 7 euros; Russian Red, 7 euros).

Una gran noche de música en la que los presentes salieron bajo los efectos de una noche apasionante y llena de ritmo. La próxima cita con la música en el Apolo será el 27 de febrero.

Ese día, viernes de la semana próxima, el invitado al escenario se decantará por sonidos más relajados y tradicionales, como son los del flamenco. Se trata de uno de los grandes del cante como es Arcángel.