Unas 40 personas visitaron ayer la Balsa romana y otros restos romanos en la Alcazaba dentro de la programación de Visitas Singulares que ha organizado el Conjunto Monumental. La visita fue guiada por el arqueólogo del Conjunto, Lorenzo Cara.

El interés de la balsa romana hallada en la Alcazaba es doble. De una parte, documenta una fase de ocupación poco conocida y por otro lado muestra un buen estado de conservación. La visita permitió conocer además un conjunto excepcional de graffiti medievales que decoran la muralla.

Lorenzo Cara explicó que "donde se encuentra la balsa estaba enterrado. Cuando se excavó solo sabíamos que era de época romana. Es una balsa que tiene 4,20 metros por 1,75 metros. El hecho de la balsa se encuentre en la ladera es una duda importante. Demuestra que tuvo una larga actividad, al menos de tres siglos".

Cara también mostró una osamenta de la cabeza de una vaca que también fue descubierta a pocos centímetros de la balsa y que podría ser del siglo XIV. También aparecen restos de huesos de cabras y conejos. "Esto indica que esta zona más que basurero fue un vertedero. Hay que tener en cuneta que en un basurero encontraríamos otros restos de cerámica, que en este caso no hemos hallado. Aparte curiosamente hemos encontrado los restos de las patas delanteras de la vaca, mientras que los traseros no han aparecido".

La actividad se complementó con una charla previa en la Ermita de San Juan sobre el pasado romano de la Alcazaba, la ciudad y su entorno.