Pasa el verano en un chalet que tiene en Roquetas, escribiendo sin descanso y disfrutando de una merecida jubilación. En el año 1955 ganó el Premio Planeta, dotado con 100.000 pesetas, con su novela Tres pisadas de hombre. Este almeriense ilustre, catedrático de Literatura en la Universidad Complutense lleva toda su vida publicando libros. Hoy a las 21:00 horas inaugura el VI Ciclo de Encuentros Literarios que organiza la Librería Sintagma en El Ejido. El escritor hablará de su última novela La metáfora inacabada a las 21 horas en el Hotel Victoria.

-Hay serias dudas sobre su lugar de nacimiento, ya que no está muy claro.

-Bueno, en muchos libros aparece que nací en Granada, pero la realidad es que nací en Águilas (Murcia) y a los diez días me vine a Almería. Hice el bachillerato en el Colegio La Salle y la primera novia que tuve también fue en Almería. Siempre he estado vinculado a esta tierra, y he faltado solo cuando hice las milicias universitarias.

-¿Lleva muchos años veraneando en Roquetas de Mar?

-Sí, aquí estoy muy a gusto y vengo siempre que puedo, porque hay mucha tranquilidad. Hasta hace un año no tenía ni teléfono, venía aquí y me ponía a escribir. Mi vida aquí es escribir y descansar y luego sacar a mi perro a pasear.

-¿Qué recuerdos guarda de aquella Almería de los años 50?

-Evidentemente no tiene nada que ver con la Almería de hoy día. Recuerdo el Café Colón, el más importante de Almería entonces y que nos sentábamos en unas butacas estupendas y nunca se acercaba el camarero a decirnos si queríamos tomar algo. Desde allí veíamos pasar las niñas por el Paseo, hacia arriba y hacia abajo, porque entonces no había coches.

-Recibir en el año 1955 el Premio Planeta, tuvo que suponer para usted algo que lo catapultó a la fama.

-Entonces todo era distinto. Recuerdo que recibí de premio unas 100.000 pesetas, que en aquella época era bastante dinero. La novela premiada Tres pisadas de hombre tuvo una gran aceptación y el diario Pueblo la tuvo durante bastante tiempo entre las novelas más leídas.

-Usted ha escrito varias novelas a lo largo de su dilatada trayectoria como escritor. Ahora acaba de publicar La metáfora inacabada, donde aparece el Mediterráneo

-Sí, es el Mediterráneo que va desde Balerma hasta Águilas el que aparece en esta novela. Toda obra literaria siempre es autobiográfica, aunque luego la vayas transformando. Yo escribí una novela que la situaba en Almería, donde aparecía el Cerro de San Cristóbal. Esa novela era La Plaza de la memoria que escribí hace doce años.

-¿Nunca se ha propuesto haber escrito un libro de memorias?

-No, no tengo categoría para tener memorias. He viajado mucho, he estado en otras universidades, pero podría hablar de amigos como Jorge Guillén, pero no tengo categoría para hacer unas memorias.

- Esa vena literaria ya le viene desde que era niño?

-Sí, en el colegio La Salle se hizo un concurso y yo escribí un artículo titulado El Quijote era necesario. Hay que reconocer que era un atrevimiento escribir eso para un niño de 14 años, pero resulta que les gustó y lo publicaron en una revista.

-Para escribir una novela imagino que hay un período de preparación importante.

-El escritor debe saber escribir. Hay una falta de estilo literario y también una falta de gusto. La literatura requiere en el receptor una mínima imaginación, mientras que la televisión te lo da todo hecho.

-¿En qué estado se encuentra actualmente el genero literario?

-Creo que la poesía está muy bien, la novela está regular y el teatro muy mal.

-La poesía es cierto que vive grandes momentos con grandes nombres y otros menos conocidos.

- La poesía española es la mejor de Europa, incluso por encima de la italiana y la francesa. Aunque entre los poetas se peleen y se digan perrerías, son extraordinarios.

-Para ser un buen narrador hay que nacer o se puede ir haciendo poco a poco.

-Hay que nacer con esa apetencia e incluso vanidad de querer escribir. Y luego creo que hay que aprender. Está claro que un cirujano para ejercer su profesión tiene que hacer una carrera y aprender a operar, y sin embargo, a un escritor no le piden ni siquiera las reglas gramaticales. Yo me he encontrado con novelas que estaban muy mal escritas.

-¿Qué le gustaría que con el paso del tiempo no hubiera cambiado?

-Echo de menos el sosiego y el silencio que antes había y que hoy es imposible debido a los ruidos. Cuando viví en la Calle Gerona apenas había ruidos, aquí en Roquetas de pronto llegan unos camiones viejos que tienen que limpiar la playa y hacen unos ruidos inaguantables. Antes las carreteras eran mucho peores pero se iba más tranquilo. Yo venía de Almería a Roquetas en bicicleta con una serie de amigos. Dependemos mucho de nosotros mismos, ahora ya no tengo edad para ir en bicicleta.

-En todas sus novelas cuenta algo de sus vivencias personales.

- Por supuesto. No podría decir títulos, pero siempre hay algo mío o algo de las personas que quiero. En Tres pisadas de hombre aparece un pueblo que puede ser Dalías, aunque esta totalmente transformado.

-En los últimos años le han brindado varios homenajes en distintos puntos de España.

- En el año 2005 en Alcañiz hubo un congreso sobre humanismo donde se me rindió un homenaje. Al año siguiente, la Universidad de Málaga publicó dos grandes volúmenes sobre mi obra literaria y el año pasado me dieron un homenaje en Almendralejo por mi faceta de narrador. Hace un par de meses la Sociedad de Estudios Clásicos de Granada, me nombró protector de las Letras clásicas.

-El Instituto de Estudios Almerienses quiere publicar una obra suya, que además lleva cierto tiempo escrita.

-Sí, se trata de Cuaderno de ayer, donde se incluyen una serie de capítulos donde trató sobre la lectura de la Celestina, hay un acercamiento a San Juan de la Cruz, también se habla de la obra de Ramón Gómez de la Serna, así como un estudio sobre la imagen de la palabra y la imagen del cine. Falta la última corrección antes de enviarlo a imprenta.

-Usted ha sido escritor y profesor, ¿con que faceta de las dos se queda?

-Me quedo con las dos. Dada mi formación italiana creo que ser profesor y escritor están hermanados. Ahora estoy ultimando mi próxima novela que se titulará La sombra de Horacio.

-¿Nunca le interesó ser académico de la Lengua en alguna ocasión?

-No, no valgo para ser académico. Para estar allí de decoración, no me interesó nunca. En el año 90 se habló de mi como futuro académico, pero yo no valía para eso.

-¿Qué supone en los años 60 la aparición de La Chanca de Goytisolo?

- Es un relato muy bien escrito de Juan que tuvo un excepcional eco en aquel momento puesto que narraba con precisión la situación que vivía ese barrio almeriense. Es un relato muy bien escrito.

-José Ángel Valente decide pasar sus últimos años de su vida en Almería. Usted también lo conocía bastante bien.

-Valente es uno de los grandes poetas que ha tenido este país. Éramos muy amigos y alguna vez participé como ponente en algún congreso que organizó sobre San Juan de la Cruz. Me metía mucho con él, porque lo veía por Almería con gabardina y no entendía con las calores que hace aquí como podía llevar esa prenda.

-Usted ha estado muchos años vinculado a la Editorial Planeta.

-Sí, en un principio estuve un largo periodo como asesor literario y recomendé que se publicarán los libros de Umberto Eco, pero no me hicieron caso y no se publicaron.

-¿Se lee lo suficiente en España?

-Se lee poco bien, es decir, cosas que merezcan la pena, y se lee mucho mal. Pero lo que más me preocupa es la falta de educación que hay en este país. En general, estamos muy mal educados pero no sólo en España, sino en otros países europeos. Creo que esa falta de educación viene motivada porque estamos todos defraudados porque los políticos nos están engañando continuamente, porque solo quieren los votos y entienden la política como una empresa que puede colocar a gente. Eso ha producido un defraudamiento general.

-En el nuevo libro que publicará en unos meses con el IEA habla sobre la Celestina y añade un nuevo descubrimiento.

-Dejo entrever que el primer acto de la Celestina lo escribió un alumno de la Universidad de Salamanca. Luego lo cogió Fernando de Rojas, vio que lo escrito estaba muy bien y lo continuó.

-Gómez de la Serna también es un autor que usted trata en ese libro.

-Destaco sobre todo el valor que le dá a las cosas.