El domingo el Almería podría certificar la permanencia una temporada más como equipo de la LFP, que no es poco, siempre y cuando saque adelante el partido frente a un Córdoba que de estar hundido no hace muchas fechas, se agarra al partido frente al Almería para seguir teniendo opciones de evitar el descalabro del descenso a Segunda B. Y si lo consigue será de la mano de Fran Fernandez. Un técnico humilde donde los haya, pero que de fútbol sabe un rato, como lo ha demostrado, a pesar de su juventud, por los banquillos por los que ha pasado.Reivindicó tras el partido frente al Zaragoza mayor protagonismo para la gente de la casa, que se confiara más en ellos, recibiendo por ello un "tirón de orejas" o "una llamada al orden", como quieran interpretarlo ustedes, desde el propio club, que sin darle la oportunidad de coger las riendas del equipo, le encomendó la difícil misión de sacarlo de la encrucijada en el que se lo había dejado Ramis a Alcaraz, del que en el día de sus presentación -ahí están las fonotecas y las hemerotecas- se dijo que era el entrenador ideal para salir de donde se encontraba, y a poco que se descuida... En fin, que para rescatar a un Almería moribundo se vuelve a confiar en una persona a la que en su día se le dio un toque de atención para evitar lo que parecía casi inevitable, dada la dinámica que había tomado el equipo, con unos jugadores que dejaron de creer en el libro de estilo de Lucas, por los motivos que sean. Ahora la plaza en la LFP está en manos del trabajo de un humilde entrenador de la barriada almeriense de El Zapillo que no se mereció en su día esa regañina por parte del club cuando pidió más confianza y oportunidades para la gente de la casa, gente perfectamente preparada y capacitada para arrimar el hombro para alcanzar los objetivos y el que ahora tiene entre manos Fran no es poco, el de mantener al equipo en el fútbol profesional. ¡Suerte míster!

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