Domingo mediodía. Pongo la tele y veo a Ronald Koeman, ex jugador y ahora entrenador del Barça, respondiendo a preguntas de periodistas en rueda de prensa. Le formulan una que viene a cuestionarle cómo se siente viendo que todos los rivales van jugando este fin de semana y ellos no. Me pongo a pensar y ya dudo si en Primera se adelantaron partidos porque me sonaba que sucedió hace varias semanas y los culés ya habían jugado esa jornada. Pero no, la respuesta del holandés me aclara que juegan en lunes noche y según él "es raro". Raro era en los 90, cuando Antena 3 televisaba aquellos partidos, como aquel lunes de Reyes que el propio Barcelona palmaba en Salamanca con goleada espectacular. Luego se hizo normal jugar en viernes, algo que en aquella época sí lo era por ejemplo en Holanda. Pero vamos, que en 2021 un equipo o entrenador se queje por lo extraño para él de jugar un día que no sea sábado o domingo da que pensar. Imaginen que la UDA ponga el grito en el cielo cada vez que juega un viernes o como ahora un lunes. Y como los almerienses, muchos más equipos de Primera y otros de Segunda, habituales en esto de jugar en días raros. El circo funciona así y debería hacerlo para todos. Pero si para los pocos que no lo hace además hay quejas puntuales, apaga y vámonos. Por no hablar del tema arbitral, que siempre se quejan los que menos deberían. La visita del Alcorcón, que ocupa una posición opuesta a los de Gomes, es propicia para consolidar la segunda plaza aprovechando el empate del sábado del Espanyol en Miranda. Se trata de un rival otrora más peligroso e incluso superior, pero al que esta temporada se le dobla en puntos, victorias y demás. Viene eso sí de ganar en casa a Logroñés y Mirandés -este último con goleada- o de asaltar La Romareda -algo que tampoco es ahora gran cosa-. Que el lunes sea menos lunes para la UDA y que a ellos se les haga muy de noche.

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