Siempre da la sensación que el partido que se va a disputar es el más importante. Y es cierto. Pero el partido ante el Numancia adquiere una importancia mayor al ver la transcendencia que tendría para la UDA, por fin, conseguir una victoria fuera de casa. Y es que el Numancia llega tocado por partida doble. Obviamente su penalización más grande es el puesto que ocupa en la tabla, en puestos de descenso. Pero también puede ser una motivación porque de ganar a los de Soriano saldrían del pozo. Y el otro factor que puede alterar al conjunto numantino es su último encuentro ante el UCAM Murcia, en el cual la labor arbitral perjudicó en demasía a los de Soria con el consiguiente grado de crispación que eso conlleva. Además, dieron vida al equipo murciano después de realizar un buen partido. Hablo de partido marcado en rojo porque la necesidad de ganar del Almería es vital. Que sí, que queda mucha liga y que no hay que precipitar las cosas, pero el esperanzador juego que está practicando en casa los rojiblancos debe augurar que haciendo las cosas más o menos igual conlleve la primera victoria fuera de casa. El quid de la cuestión lo encontramos en el estilo reservón que Soriano parece dotar al equipo fuera. Al Numancia hay que jugarle de tú a tú, no es un equipo que tenga grandes individualidades capaces de ganar el partido, así que un Almería valiente estará más cerca de la victoria que el equipo especulativo que nos hemos encontrado en gran parte de las salidas. Arrasate cuenta con un equipo con calidad en el centro del campo pero sin demasiada velocidad por fuera, lo que lleva a ser previsible en algunas fases de los partidos. En las últimas horas ha reforzado la portería con el fichaje de Mikel Saizar, por lo que Munir verá incrementada su competencia. La línea defensiva la componen jugadores que siembran alguna duda como el central Callens o Escassi mediocentro reconvertido a la posición de central. El centro del campo se lo reparten Ruiz de Galarreta e Iñigo Pérez, para dotar de total libertad a Julio Álvarez en la mediapunta. El futbolista más determinante del Numancia, que pese a tener 35 años, no le hace falta tener un físico imponente para decidir un partido a balón parado, con un tiro desde media distancia o un pase entre líneas. En bandas dos extremos que aún tienen por demostrar esta temporada: Pablo Valcarce y Mateu. En punta Manu del Moral ejerce la función de nueve sin ser su posición favorita. Siempre ha rendido mejor teniendo un delantero que le hiciese el trabajo sucio. Eso sí, pocos futbolistas en Segunda División pueden aportar un golpeo como el suyo.

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