Análisis

carmen pérez

Universidad de Sevilla

¿Cómo evolucionará el Euríbor

La subida que ha experimentado el Euríbor en este último año ha sido espectacular. A inicio de 2022 estaba en -0,5% y cerró el año en 3,29%. Durante enero ha seguido subiendo, milésimas a milésimas, hasta alcanzar el 3,3%, máximo en 14 años. Pero, para el futuro, ¿qué va a hacer?, ¿volverá a tocar el 5%?, ¿se situará en su media histórica, entre el 2% y el 3%?, ¿regresará al entorno del 0%?, ¿en qué plazos? Son preguntas que seguro nos hacemos la mayoría de endeudados. Y ojalá tuviéramos las respuestas para poder obrar en consecuencia. Pero no. Lo único que podemos hacer es rastrear pistas.

Un ejemplo servirá para que podamos apreciar la magnitud del cambio: un hipotecado a tipo variable, con un diferencial del 1%, pasará de pagar un interés del 0,5% de hace un año, cuando el Euríbor todavía estaba en negativo, al 4,3%. Traducido a euros, si la hipoteca anterior fuera de 180.000 euros a 25 años, su cuota se elevaría de 638 euros a 980. Y no sólo tienen que encajar estas nuevas condiciones los endeudados a tipo variable, los nuevos no encontrarán tipos fijos a menos del 4%.

Para aventurar por dónde podrá ir en el futuro próximo, hay que valorar qué va a hacer el BCE en cuanto a los tipos de interés oficiales, ya que su evolución está estrechamente ligada a estos. Desde julio de 2022, reunión a reunión, no ha parado de elevar el precio del dinero. ¿Cuándo terminarán las subidas? La incertidumbre se traslada ahora al comportamiento de la inflación, porque el BCE se moverá dependiendo de ella. A corto plazo, el único escenario en el que el Euríbor se contuviera o empezara a descender sería con un giro radical en la guerra en Ucrania que eliminase las tensiones en el mercado energético.

Pero esto no parece que vaya a suceder. Así que, el endurecimiento monetario proseguirá durante este año. El BCE lo ha advertido. El último miembro del Consejo que se ha pronunciado, el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhau, aseguró el miércoles que los tipos de interés oficiales aún deben subir de forma "significativa en los próximos meses, pero que deberían tocar techo en verano de este año". En la agenda del BCE hay planificadas cuatro reuniones hasta el verano. A fecha de hoy, se espera que las dos primeras vengan con alzas de 0,5%, y las dos siguientes, con subidas de 0,25%, aunque con muchas salvedades porque dependerá de los nuevos datos de inflación, salarios y otras variables. Si fuera así, para verano la tasa de depósito se situaría cerca del 3,5% (ahora, 2%). En base a estos pronósticos sobre los tipos oficiales, fuentes financieras solventes pronostican que el Euríbor seguirá subiendo en los próximos meses, pero de forma menos intensa que en 2022; otras, que volverá a moderarse dentro unos meses, quizá un año; otras, que el índice se situará entre el 3,5% y el 4% en 2023; y, finalmente, otras creen que se estabilizará alrededor del 3% o incluso que frenará. Otra cuestión es cuánto tiempo se mantendrán después en esos niveles. Las proyecciones del BCE no contemplan la inflación cerca del 2% hasta el 2024 o 2025, por lo que, en principio, los tipos seguirían en esas tasas elevadas, al menos, hasta esa fecha.

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