Análisis

pablo laynez

Las librerías de El Ejido

Desafortunado, por ser respetuoso, fue el polémico artículo de Julio Llamazares

Me sentó muy mal que el Polideportivo Ejido, en junio de 2003, tratara de descender a Segunda División a la Unión Deportiva Almería, con toda la historia que había por detrás de aquel partido. Entonces, se creó una rivalidad futbolística que nunca había existido entre la capital y el segundo municipio más importante de la provincia. Todo aquello ya pasó, el fútbol acaba con el pitido final y las rencillas es mejor dejarlas en los vomitorios del estadio. De hecho, me alegré de los éxitos iniciales del CD El Ejido 2012 de Vicente Puertas, un hombre que ha hecho muchísimo por el fútbol sala provincial. El Ejido es un municipio singular, por algo su mar de plástico se ve desde el espacio. El núcleo urbano ejidense no es un punto turístico de primer nivel, como le pasa a cualquier ciudad industrial, pero su diversidad agraria permite que almerienses y españoles comamos las mejores hortalizas del mundo mundial. Por supuesto, La Mojonera, Roquetas, Vícar, Níjar..., también forman parte de esta despensa europea, donde la labor que juegan los inmigrantes es esencial. Como en todo, hay que gente que viene a ganarse la vida de forma honrada y hay quien no tiene decoro en ocultar otras pérfidas intenciones, que nada tienen que ver con la jornada laboral. Esto provoca rechazo en España, Francia, Alemania, Suecia, Venezuela, China o la Conchinchina. Algo tienen que hacer los políticos, no vale con decir que ellos son la democracia y que quienes no le voten, son unos fascistas. No señor. En Almería de forma particular y en España de forma general, hace falta un consenso político [sé que provoca carcajadas pensar en ello, observando los representantes que hay en el Congreso] para aprobar unas leyes migratorias razonables para quien acoge y solidarias con el acogido. Sólo así, evitaremos que quien no ha estado en su vida en las bibliotecas ejidenses, las ponga a parir. El Ejido no es lo usted ha dicho, señor Llamazares, tenga respeto.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios