Aires de alevosía

Un país no se debe gobernar con conceptos jurídicos indeterminados, ejemplos de abuso de poder

Cada día con la libertad de expresión mediáticamente desfallecida, hemos convertido con alevosía y calurosa nocturnidad el "Irreal" Decreto Ley en el instrumento legislativo desestabilizador de los Poderes del Estado, los cuales por mandato constitucional deben de ser tenidos en cuenta y son de obligado cumplimiento su cualificada opinión, sí deseamos que una norma tenga sustantividad y larga vida para que en su correcta y adecuada implementación no se vulneren con cinismo político la consagración democrática y social de la división de poderes y, simultáneamente, al llevarse a puro y debido efecto la legislación, incidan con un valor añadido de excelencia, eficiencia y calidad en la gestión y de buena y bondadosa gobernanza de los intereses generales y sociales de toda la sociedad civil, y no solo una exigua parte de ella.

Un país no se debe gobernar con conceptos jurídicos indeterminados, que con la relajación política se han convertido en claros ejemplos de abusos de poder por su falta de praxis técnica y su subjetiva argumentaría, en vez de adoptarse normas sobre cuestiones que demanden la ciudadanía para seguir avanzado en el Estado de Bienestar Social y no producir el efecto contrario con ideas histriónicas y telúricas, que al aplicarse mediante el no excepcional y nada urgente Real Decreto, da como resultado lo contrario de lo que se pretende, provocando aires involucionistas e irascibles de rechazo, lo que supone acrecentar las diferencias ideológicas de un país, que necesita consenso en determinadas materias de Estado como pueden ser los separatismos, la migración, las pensiones, la asistencia sanitaria y dependencia.

La sociedad civil se encuentra sanamente orgullosa de ser española pero inventa el débil Ejecutivo y los secesionistas de derechas vascos y catalanes artificiosas soluciones para sortear el deber del cumplimiento del ordenamiento constitucional y jurídico, radicalizando con agresividad dialéctica sus actuaciones, dando lugar, que junto a la decepción generalizada a nivel anímico de la sociedad, se asiente en nuestro metabolismo un sentimiento de despilfarro, caos e inseguridad como consecuencia que una minoría de personas trasnochadas y nostálgicas del comunismo libertario maoísta estén siempre bramando recetas con un revestimiento jurídico de anárquico libertinaje para desestabilizar al "plurinacional" país y asimétrico Estado Español.

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