¿Hay un 'Detritus'?

Me vienen a la mente algunas de las imágenes de "La vida de Brian"

Me vienen a la mente algunas de las imágenes de "La vida de Brian". Se ponían allí de manifiesto las "insalvables" diferencias entre el "Frente popular de Judea" y el "Frente juadaico popular", ambos irreconciliables pese a su odio común a los romanos. Y no digamos ya nada de las varias secciones separadas, divergentes e incapaces de entenderse entre ellas. Y siendo algo parecido (mutatis mutandis) el punto de partida entre los múltiples grupos autodefinidos como "a la izquierda del Psoe", han intentado dar un paso adelante, limar sus diferencias, y presentarse como una única candidatura para intentar hacer frente a su común antagonista, la derecha. Pero cuando he visto los resultados de sus pactos y las diferentes reacciones que se han producido entre algunos de sus líderes, evoco las "hazañas" de un personaje de las no suficientemente bien alabadas aventuras de Asterix. Se trata de Perfectus Detritus, individuo que atesora una capacidad innata de sembrar la discordia y la cizaña por donde pasa. Supongo que algo así habrá debido suceder: tener a una especie de enemigo dentro de casa, cuando lo que habían parecido unos acuerdos firmes y seguros, y un firme propósito de llevarlos hasta el final, parece que ha saltado en varios pedazos. ¿Cómo es posible, y de quién es la responsabilidad de haber llevado la negociación hasta el límite del abismo a riesgo de caer en él como lamentablemente ha sucedido? ¿Cuáles eran los escollos que consideraban insalvables y que culminó en la extenuación y en la liquidación del tiempo disponible? Ahora se están repartiendo culpas entre unos y otros, diciendo que cada uno de ellos es inocente y que los responsables son "los otros". Y el panorama no puede ser más penoso, y al ver cómo se están aprovechando desde los partidos de la derecha, poniendo en un brete a la casi non nata plataforma no me cabe duda de que han sido víctimas de alguna confabulación urdida desde el exterior por un cierto Detritus. Porque si ha sido resultado de sus propios principios e intereses, entonces me invade la pena. A fin de cuentas se ha subordinado un objetivo que al parecer es un interés común (volver a gobernar con principios de izquierdas) a ciertos repartos de responsabilidades, de cargos públicos y de subvenciones y gastos; en última instancia: poner por delante la prioridad de sus planteamientos parciales a la visión común que podían atesorar entre todos.

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