Día de todos los santos

Pocos podemos recordar como el q de noviembre se solía interpretar 'Don Juan Tenorio' en toda España

Hoy, lunes 31 de octubre, víspera del día de Todos los Santos y, a continuación, el día 2, Día de los Difuntos, de fuerte raigambre y el sentido cristiano de dos celebraciones católicas que siempre han ido de la mano, por significar ambas la Comunión de los santos y los Fieles difuntos, como la Cruz y la Resurrección, la tristeza y la alegría; aunque no podemos obviar que actualmente lo que impera es la "Noche en negro" que se ha extendido en la cultura a pie de calle con motivo de la fiesta de "Halloween" y pocos podemos recordar de un pasado no tan lejano, que el 1 de noviembre se solía interpretar Don Juan Tenorio en los escenarios de gran parte de la geografía española.

Sin duda alguna, la receta culinaria de los huesos de santo, buñuelos de viento y hasta las castañas asadas han sucumbido por mayoría a las vestimentas de esqueletos sangrantes y zombis, cuando realmente siempre habíamos escuchado desde el púlpito, que esta fiesta de Todos los Santos no era una fiesta de miedo y de terror, de muertos o esqueletos. De antaño asistíamos con unción a tres misas el día de los difuntos en sufragio por las almas que han dejado este mundo, y que, junto con los santos, intercedieran, a buen seguro, por nuestro peregrinaje terrenal.

El mismo Jesucristo, al que este pasado sábado hemos venerado en las sedes canónicas y procesión pasional Magna, nos dice en el Evangelio de Lucas, que "Él no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para Él". Era, es y debería de seguir siendo la fiesta de la alegría, de esperanza, amor y confianza en la Resurrección de Cristo y de todos nosotros, tú y yo. Y no quedarnos en una celebración lúdica de monstruos, esqueletos, zombis y fantasmas, sino una fiesta de todas las almas para que alcancen la visión beatífica e intercedan por nosotros antes de dejar este mundo.

No quiero finalizar este artículo sin hacer mención, que mañana los almerienses, tras visitar a los difuntos en los cementerios, rezarles y ponerles flores, tenemos una madrugada adelantada del Viernes Santo con el traslado a las 19:30 horas del Santísimo Cristo de la Escucha desde la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación al Santuario de la Virgen del Mar, en el que permanecerá hasta el día 5 de noviembre y así, sucesivamente, en otras parroquias con motivo de la preparación del año Santo Jubilar concedido por el Papa Francisco que se celebrará en el 2024 con motivo del V centenario de la Catedral tras la reconquista cristiana. Paz y Bien.

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